El Presidente del Partido Esperanza Democrática (PED), Ramfis Domínguez-Trujillo, se convirtió hoy en el primer postulante presidencial que oficializa sus aspiraciones, presentando la proclamación que lo declara candidato oficial a la primera magistratura de la República Dominicana, en representación de su organización política. El líder político se apersonó a las oficinas principales de la Junta Central Electoral con una amplia comitiva, para depositar los documentos requeridos por el órgano electoral para tales fines.
“Este es un día muy significativo, pues hoy, a ley de siete meses de las elecciones presidenciales, arranca esta lucha campal pero certera, hacia la consolidación de nuestra candidatura presidencial. A pesar de nuestros mayores deseos de acudir directamente al Tribunal Superior Electoral, el órgano deliberativo que certificará definitivamente nuestras aspiraciones, el protocolo procesal jurídico nos obliga a depositar aquí primero, para luego incoar las acciones correspondientes en el TSE,” preciso el candidato.
El presidente de la recién naciente agrupación política fue enfático al aseverar que el tiempo que queda para las elecciones presidenciales de Mayo del 2024, son más que suficientes para no solo alcanzar la certificación categórica de su candidatura, sino para marcar la diferencia en esta tan batida contienda electoral.
“En el proceso pasado, nos la hicieron, con un oficialismo altamente cuestionado, una Junta Central Electoral viciada, y un COVID que provocó el estado de excepción que permitió al gobierno cerrar las cortes del país, tronchó nuestro camino. Por eso, decidimos iniciar el proceso ahora, entendiendo que el momento es propicio para asegurar la victoria y hay tiempo de sobra para llevar esto hasta las últimas consecuencias si fuera necesario. El pueblo está esperando con ansias esta candidatura, y nosotros se la vamos a garantizar,” acentúo Dominguez-Trujillo.
Ramfis Domínguez-Trujillo aclaró que luego del proceso de la Junta Central Electoral, su equipo de juristas estaría incoando una acción de amparo ante el Tribunal Superior Electoral, para legitimar sus derechos fundamentales, y entendiendo que los argumentos a presentar en este proceso están mucho mejor fundamentados, sobre la base de criterios sólidos que no admiten controversia alguna.
“Este caso no requiere mucha deliberación, simplemente un proceso de ponderación. Nuestra Carta Magna es clara, y cuando hay dos o más artículos que colidan, se exige aplicar la favorabilidad en auxilio del peticionario. Este es un caso típico dentro de esta contemplación legal, y mucho más allá de otras