“Es verdaderamente lamentable la actitud sumisa y cómplice asumida por los representantes del PRM, partido que supuestamente personificaba la oposición en el Consejo Nacional de la Magistratura. Ese partido, estando representado en el CNM por su presidente, fue incapaz de enfrentar con carácter las componendas que se hicieron para maniatar a la Justicia y para rebelarse y denunciar ante la opinión pública lo que finalmente sucedió contra la institucionalidad e independencia del Poder Judicial”.
Así catalogó el presidente de Alianza País la actuación del Partido Revolucionario Moderno, el cual tiene representación en el Consejo Nacional de la Magistratura y participa, entre otras cosas, en la selección de los jueces de la SCJ.
En el mismo orden, indicó que el espaldarazo dado por el Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP) al Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) es otra muestra de por qué este país se encuentra en una deriva institucional y nuestra democracia no pasa de ser una caricatura.
“Que el CONEP haya expresado que ellos tienen “…mucho optimismo para que con la instalación de los jueces de la SCJ se produzca una nueva ola de reforma judicial en la República Dominicana”, nos da una idea de hasta dónde esa cúpula empresarial es capaz de anteponer sus intereses corporativos por encima de la institucionalidad, la legalidad y la democracia”.
“Ese liderazgo tradicional mediatizado, propenso a las componendas, y esos grupos corporativos, sometidos al poder político de turno y que solo piensa en sus intereses económicos, están inhabilitados para hacer el cambio democrático e impulsar las reformas y transformaciones que demanda esta sociedad”.
Guillermo Moreno al referirse a la composición de la nueva Suprema Corte de Justicia, expresa lo siguiente:
“La clave no está en los jueces honestos, capaces, de carrera y con méritos propios que fueron elegidos. El punto de inflexión está en el nuevo presidente electo de la SCJ. Que nadie se confunda. La elección de Luis Henry Molina no se debió a sus viejas relaciones con el Poder Judicial ni a su ejercicio como abogado, sino a sus vínculos políticos directos con Danilo Medina y su facción. Si hoy Luis Henry Molina preside la SCJ es sencillamente porque es un hombre de Danilo Medina. Eso mismo sucedió antes con Mariano Germán, electo cabeza de la SCJ por ser un hombre de Leonel Fernández. Es la repetición de una historia conocida”.
“El CONEP y todos los que hoy doblan la cerviz ante esta nueva imposición política en el poder judicial lo que hacen es lo que siempre han hecho: congraciarse y someterse a los designios del poder gobernante”.