Opinión: La mujer en la gestión de riesgo de desastre: un liderazgo que salva vidas

Opinión: La mujer en la gestión de riesgo de desastre: un liderazgo que salva vidas

Santo Domingo.- A propósito de que este domingo 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer, analizamos esa huella histórica imborrable de fenómenos naturales que han ocasionado daños en nuestro país a través de los años desde una perspectiva de género. Muchos de estos eventos se han convertido en desastres que no son naturales pues estos no existen, si no debido a factores sociales, económicos y políticos que aumentan la vulnerabilidad de nuestro país, y definitivamente la desigualdad de género es uno de ellos.

A pesar de que los desastres nos afectan a todos, no nos afectan de la misma manera: dependiendo del género, de la edad y de otros factores, un mismo fenómeno puede implicar consecuencias distintas para las personas. A esto se le llama el impacto diferencial de los desastres.

El Marco de Sendai es la convención que orienta todas las acciones en materia de Gestión de Riesgo de Desastres de los países que son signatarios como es el caso de República Dominicana, y este dice que “Es esencial empoderar a las mujeres y las personas con discapacidad para que encabecen y promuevan públicamente enfoques basados en la equidad de género y el acceso universal en materia de respuesta, recuperación, rehabilitación y reconstrucción.” Prioridad 4 del Marco Sendai 2015-2030; desde ahí tenemos una perspectiva de la importancia del factor género en la gestión de riesgo de desastre.

En República Dominicana existen varios factores que hacen que las niñas, adolescentes y mujeres en el país estén en condición desigual frente a sus pares del sexo opuesto. En el más reciente informe sobre desigualdades entre mujeres y hombres llevado a cabo por el Centro de Estudios del Género de INTEC en marzo de 2018, se evidencian condiciones que van desde la diferencia en la tasa de desempleo (para las mujeres fue de 22.7% y en los hombres se estima en 10.7%), el acceso restringido a información y servicios de salud sexual y reproductiva, hasta las altas tasas de embarazo adolescente (20.3%).

La desigualdad de género representa un factor de vulnerabilidad para las mujeres definitivamente, sin embargo hay acciones que pueden convertir estas debilidades en capacidades, capacidades que no solo salvarían la propia vide de las mujeres, si no que permitirían reducir el riesgo ante desastre en las comunidades en general.

El reconocimiento del impacto diferenciado de los desastres y la puesta en práctica de medidas que garanticen la protección de todas las personas, especialmente de quienes se encuentran en mayor situación de vulnerabilidad, producirá una respuesta eficaz a los desastres en los que se realice una mejor identificación de las necesidades, preste la ayuda adecuada y oportuna en razón a su género, edad y otros factores de vulnerabilidad, garantizando así no sólo la salvaguarda de sus vidas, sino también de sus demás derechos fundamentales.

En busca de conocer diferentes experiencias en cuanto a este tema, el proyecto Aprendiendo de Irma y María de las organizaciones Plan International-Oxfam-Hábitat para la Humanidad-Humanity & Inclusion que se ejecuta con fondos de la Unión Europea realizó un intercambio de buenas prácticas sobre el tema de género en emergencias del cual salieron las siguientes recomendaciones para nuestro Sistema Nacional de Gestión de Riesgo de Desastres:

  • Elaborar planes de acciones específicos sobre la incorporación del enfoque de género, incluyendo presupuestos, objetivos y resultados.
    Diseñar estrategias de comunicación con enfoqueinclusivo de género y discapacidad.
  • Perfeccionar la recopilación, análisis y uso para toma de decisiones estratégicas, de los datos con perspectiva de género.
  • Hacer análisis de género detallados, que proporcionen mucho más que números y que permitan esclarecer sobre el impacto que tienen las emergencias sobre los niños, niñas, hombres y mujeres, transverzalizando a su vez la condición física y de salud.
  • Promover el liderazgo transformador de las mujeres, entendiéndolo como un proceso de construcción participativa, colectivo. Es un liderazgo que tiene conquistas pero que requiere de acompañamiento.
  • Continuar las alianzas de trabajo entre los sistemas nacionales de la región a través de sus instituciones nacionales que trabajan tanto el tema de Reducción de Riesgo de Desastre así como género.
    Abordar el enfoque de género en la adaptación al Cambio Climático.
  • Colocar el tema género en los planes de capacitación de las instituciones estatales para reforzar la perspectiva de género en sus acciones.
  • Apoyar el liderazgo de las mujeres a nivel comunitario, involucrarlas en la Reducción de Riesgo de Desastres para fortalecer capacidades comunitarias (hombres y mujeres) en género (que considere la atención a hijos/as).
  • Incorporar la concepción de la Educación Popular en la formación de actores, aprovechando lo vivencial, la mirada crítica a las prácticas ya que la de construcción de los pilares que impiden la justicia de género (que significa que hombres y mujeres tengan igual acceso a oportunidades) es un proceso continuo que lleva tiempo.

Sobre la autora

Lucero Mateo es Licenciada en Comunicación Social y especialista en Comunicaciones e Incidencia para proyectos de gestión de riesgo de desastre en el consorcio Ponte Alerta.