Por: Narciso Isa Conde
Nuestro querido amigo y apreciado camarada de múltiples combates trascendentes, Ramón Antonio Veras (Negro), ha sido amenazado de muerte, él y su familia, por un militante público del racismo anti haitiano; evidentemente fanatizado por la infame cruzada racista de la clase gobernante-dominante dominicana.
Esto no es extraño en un país donde existe un paramilitarismo neofascista legal, vestido con uniforme militar, protegido por la Policía Nacional-PN y por el propio presidente Abinader; a pesar de sus antecedentes violentos y sus continuas agresiones a manifestantes solidarios con las justas causas de los pueblos masacrados.
No es extraño en un país donde la impunidad sigue reinando para proteger no pocos corruptos: VIVOS, SUELTOS Y RICOS; y a un gran número de exjefes militares y policiales asesinos y ladrones, y de empresarios y políticos corruptos.
A todos ellos, y a sus protectores con poder, tenemos el deber de decirles que Negro es una columna de honestidad y un ícono de las causas justas y las luchas revolucionarias.
Un símbolo de la solidaridad con los pueblos en lucha y los países cercados, bloqueados y agredidos.
Un luchador antitrujillista, héroe de la gesta de los panfleteros de Santiago, abogado de las izquierdas perseguidas, de sus activistas y dirigentes encarcelados y asesinados.
En ese espacio de su ejercicio profesional tocan la puerta de mi corazón los invaluables aportes de Negro en el caso emblemático de Orlando Martínez, en la defensa del inclaudicable Jorge Puello (El Men) y en la solidaridad desinteresada que me brindó en momentos muy difíciles de mi trayectoria revolucionaria.
Antiimperialista de pura cepa y dominicano de varias cepas, su solidaridad con Cuba, Vietnam, Corea del Norte y Chile son proverbiales.
Su solidaridad con el pueblo haitiano es uno de sus grandes méritos, desplegada de múltiples maneras contra el tirano Duvalier (Papa Doc) y su Hijo Baby Doc; contra las dictaduras sangrientas de Namphis, Prósper Abril y otros generales asesinos.
Sobresale su valioso respaldo a los luchadores por la causa de la libertad del pueblo haitiano, enfrentando la persecución contra militantes comunistas y revolucionarios exiliados aquí, o clandestinos en Haití; entre los que sobresalen casos como los de Daniel Sansarig, Max Boujoly, René Theodore, Andrés y Simón.
Amigo entrañable, además, de dos grandes luminarias de la intelectualidad revolucionaria de ese pueblo hermano: Gerald Pierre Charles y su esposa Suzy Castor.
Concluyo con esta sencilla advertencia: agredir a Negro es agredir a varias generaciones de luchadores, es agredir al pueblo que lo aprecia y valora como profesional ejemplar y luchador inclaudicable; y a seguidas estas palabras dirigidas al actual presidente de la república: cualquier victima de la violencia neofascismo durante su gestión gubernamental, cae inexorablemente sobre sus hombros.
¡Póngale freno a estos desafueros!