Por: Chiqui Vicioso
Los muchachos que agreden a las escritoras Anticanon, las manifestaciones contra el racismo, o la guerra, no son pobres.
Andan en yipetas negras, y bajan los vidrios para amenazar. A la activista Maribel Núñez la persiguen por doquiera: “Te tenemos ubicada, a ti y a tu familia”, y a su hija la trataron de atropellar al cruzar la calle.
Son muchachos que ven muchas películas de acción, y que necesitan una razón para tener un sentido de vida más allá de lo que asumo es el tedio de su existencia cotidiana. Son, asumo, los mismos niños ya grandes que hacían “bullling” en la escuela.
Se hacen llamar, como en las películas de Harry Potter, “Miembros de la Antigua Orden”, aunque nadie sabe lo que eso quiere decir. ¿De cuál orden hablan? ¿El de la colonia? ¿El de la esclavitud?
Quienes si saben lo que hacen, reclutando a estos muchachos, son los asesores de esta barbaridad. No les basta con tener el control de los medios de comunicación, las instituciones, los ministerios, segmentos de la policía, necesitan tener una fuerza de choque para aterrorizar a quienes piensan diferente.
Y, he ahí su debilidad. Porque tácitamente admiten que no tienen el control juvenil, los de la acción social de las iglesias, la de los colegios más progresistas, donde un profesorado consciente hace malabares para que la juventud aprenda a
pensar, para que desarrollen un sentido de solidaridad, respeto y confraternidad con su prójimo y prójima, aunque sean negros, haitianos, o inmigrantes.
Un amigo alemán nos comentaba horrorizado lo que pasa en su país: “Los nazis y los neo-nazis dominan pueblos enteros, y allí no entra nadie de color, ningún judío. Estamos de vuelta al periodo del surgimiento del Facismo y eso está sucediendo en toda Europa: Francia, Italia, (donde los nietos de Mussolini son los que están ahora en el poder), y hasta en países con una larga tradición de solidaridad internacional como Noruega, Suecia y Dinamarca. ¡Imaginense que Suecia acaba de declarar que en diez años le harán una guerra total a Rusia y a China, es decir una guerra nuclear donde perecerá toda la humanidad, como han vaticinado algunos profetas del mundo espiritual.
Calculé: En el 33 yo tendré 86 y Fidelio 97, si es que llegamos. ¡Gracias a Dios que nos ha tocado la vida que hemos vivido y que como dice Silvio Rodríguez moriremos como hemos vivido.
A esa muchachada sin oficio, y a sus padres, les recomiendo un libro: MIEDO A LA LIBERTAD, de Eric Fromm, sobre el Facismo en Alemania y como un loco acomplejado destruyo una nación sublime.
Leyéndolo quizás entiendan el único mandamiento que los resume todos: Ama tu prójimo.
