Tengo amigos

Tengo amigos

Por: Amaury Pérez Vidal

Cuando uno ha ejercido la amistad como un sacerdocio, es mi caso, puede presumir de haber tenido, y tener, amigos de todas las tesituras, razas, credos y profesiones.

Amigos cuerdos y locos, políticos justos y delincuentes con carnet de oficiales consagrados. Amigos militares y civiles. Amigos circunstanciales, estreñidos y delatores encubiertos. Amigos de la infancia, la adolescencia, la adultez. Amigos de la eternidad y del tampoco. Amigos para todas las estaciones. Amigos telefónicos y del diario, confesores-amigos, esposas-amigas. Amigos egoístas, celosos, acomplejados, envidiosos, altos y bajos de moral y estatura, gordos y flacos. Amigos saludables o desahuciados, limpios de alma y sucios de brío, malolientes y perfumados, educados e ignorantes, vanidosos y modestos, sencillos y altaneros, pobres de bolsillo pero ricos en bondades. Amigos de afuera y de adentro, que me abandonaron o abandoné en el camino, que se fueron, y se quedaron dentro de mí. Amigos melancólicos y alegres, bromistas y cargantes. Amigos tempraneros y tardíos, puntuales e impuntuales. Amigos-cuñados, amigos-padres, hijos-amigos, amigos-doctores, cantores-amigos, actores-amigos, amigos circunspectos, atildados o vulgares, de provincias y de la capital, rubios, trigueños, negros, y castaños, gays, lesbianas y heteros. Ahorrativos y despilfarradores, intelectuales, obreros, del campo y la ciudad, traficantes del afecto y otros bienes domésticos, lúcidos y tontos. Amigos que nunca debieron serlo, amigos que siempre lo serán, vagos o laboriosos, colaboradores-amigos, amigos-prostitutos o prostituidos, amigos que ya no están pero permanecen y amigos que no permanecieron aunque tampoco están. Amigos de diversas ideologías. Amigos del compromiso y la apatía, la lealtad a toda prueba y la desidia. Amigos glotones y malnutridos. Amigos de mar y luna, y sol y luceros, de mañana, tarde, noche y madrugadas. Amigos que son como planetas de mármol u hojarasca. Amigos que nos comparten sus amigos, amigos puente y amigos tijera. Amigos melómanos, cinéfilos, periodistas-amigos, escritores-amigos, pintores-amigos, bailarines-amigos, deportistas-amigos. En fin tengo amigos del alma, y amigos sin ella.

Algunos repitieron hasta la fatiga, en aquellos tiempos del programa televisivo C2QSQ en sus tres temporadas, que presumía públicamente de tener, o haber tenido, muchos amigos. No es totalmente cierto, pero también, o casi siempre, era verdad.

Si alguno no se reconoce en esta catarsis, ya no fue, ya no estuvo y posiblemente no estará. El tiempo es apenas un pistilo y las abejas liban de él.