Estamos ante un sistema de salud indolente que discrimina y que, no ha logrado asumir que el autismo como trastorno del neurodesarrollo, debe ser atendido como parte del sistema integral de sanidad cuyo costo solo pueden asumirlos las familias con salarios privilegiados, lo que hace cada vez más urgente que haya una legislación que regule y proporcione los medios y recursos para dar atención a quienes lo padecen.
“Un verdadero drama humano es el que viven las familias dominicanas que tienen hijos con autismo. La indiferencia del Estado ante una condición que cada día es más común entre nuestros niños ahora tiene el agravante de que los Centros de Atención Integral para la Discapacidad (CAID), han decaído en la calidad del servicio y cada día es más traumático que los niños reciban atención adecuada”, expresó la también abogada y comunicadoraal destacar que dichas familias se encuentran desamparadas en una sociedad que no está sensibilizadacon las personas que padecen esta condición y un sistema que no actúa en mejora de la vida de estos niñosmientras sus padres pierden la esperanza”.
Tejada destacó que, si bien es cierto que en el mes de octubre se dieron los primeros pasos en el congreso para la aprobación de una ley de autismo, la pieza legislativa introducida por los senadores Franklin Rodríguez y DionysSánchez, ambos del partido Fuerza del Pueblo, y que se encuentra en la comisión bicameral que encabeza el legislador Bautista Rojas, está estancada.
“El proyecto se encuentra estancado tras las vistas públicas realizadas en el mes de octubre en las que participaron diversos sectores importantes tales como familias afectadas, organizaciones de la sociedad civil, el sector empresarial y otros movimientos incluyendo La Peña por un Mejor País, es decir que, dado su carácter de importancia y el impacto positivo que tendría esta ley en las familias, es una iniciativa de alta prioridad”.
“El tratamiento para un menor con autismo ronda los 100 mil pesos mensuales, es decir entre 30 y 40 horas de terapias cuyo costo ronda los tres mil y cuatro mil quinientos pesos. El drama se vuelve mayor, si tomamos en cuenta, que la mayoría de estos hogares con hijos autistas, provienen de madres solteras, las que tienen que lidiar con el alto costo del tratamiento además del cuidode estos niños”.
A esto se suman los gastos de escolaridad ya que por lo general los infantes con TEA no son aceptados en escuelas y colegios regulares sin la tutoría de una maestra adicional dedicada a lograr la concentración del menor en el aula (maestra sobra) y cuyo monto adicional deben pagarlo los padres, con una equivalencia económica similar a la escolaridad cada mes en los centros privados.
De otro modo, estos menores deben ser inscritos en colegios para niños que requieren educación especial, cuyo monto del año escolar desborda la capacidad económica de sus familias.
El proyecto de ley de autismo tiene un largo camino por recorrer para que pueda convertirse en ley y se hagan las adecuaciones en el sistema de salud a los fines de que los niños que padecen este trastorno puedan recibir el apoyo que necesitan e integrarse adecuadamente a la sociedad, enfatizó la aspirante a la diputación por Moca, Julieta Tejada.