Por Jasmiley Ortiz
Comprar un inmueble a fines de vivienda o inversión se ha convertido en una de las actividades económicas más dinámicas en República Dominicana y las estadísticas del Banco Central así lo confirman.
Cada día más nacionales y extranjeros escogen este país como destino de inversión a la par que crece el interés de adquirir inmuebles propios para viviendas.
Si partimos a analizar las razones por las que invertir en el sector inmobiliario es una excelente alternativa, podríamos mencionar lo siguiente: a) los inmuebles tienden a aumentar su valor conforme pasa el tiempo; b) existen diferentes maneras de colocarlo en el mercado, ya sea por alquiler, airbnb, comprar para esperar que aumente su precio y luego venderlo más caro para obtener un monto de ganancia; c) las facilidades para adquisición de inmuebles categorizados como viviendas a bajo costo.
En adición a eso debemos considerar que existen modalidades de adquisición para otorgar facilidades al comprador, una es la compra en planos y la otra es comprar un inmueble listo para habitar o para construir, teniendo cada uno de ellos sus beneficios y desventajas dependiendo los intereses sociales y económicos de los compradores.
Ahora bien, enfrascarnos en la adquisición de propiedades y sus diferentes modalidades implica también cumplir con una serie de requisitos legales para dar garantía jurídica a esas inversiones.
Implica también conocer sus riesgos, y esto solo es posible cuando realizamos las investigaciones y diligencias necesarias que nos permitirán determinar la conveniencia de la inversión. Cuando se va a invertir en propiedades lo recomendable es realizar cada paso de la manera más cuidadosa e inteligente para que las negociaciones sean adecuadas, conforme lo reglamentado.
Es importante destacar que no solamente deben considerarse los aspectos legales en las propiedades objeto de inversión, sino también debe procurarse la regulación de los inmuebles ya adquiridos. Es decir, aquellas propiedades que se han comprado pero que no se han regulado.
Un inmueble sin titular o con derechos de propiedad registrados de manera irregular, con errores o situaciones pendientes de actualizar tiene consecuencias como la reducción del valor en que esté tasada la propiedad o el retraso o pérdida de futuras negociaciones.
En el derecho inmobiliario lo recomendable es regular para garantizar.