Por: Roberto Ángel Salcedo
Desde que se conoció, en diciembre de 2019, de la aparición de un nuevo virus derivado del SARS-Cov-2 en la ciudad de Wuhan, en la República Popular China, han transcurrido mas de 20 meses y la humanidad no ha sido la misma al tener que convivir con la primera pandemia del siglo XXI: el Covid19.
Hasta la fecha se han registrado mas de 224 millones de casos en todo el mundo, y la propia organización mundial de la salud (OMS) ha declarado que las muertes por coronavirus sobrepasarían dos o tres veces los 3.4 millones de personas reportadas hasta el momento.
Este panorama desolador no solo ha afectado a todos los sistemas de salud del mundo, sino que ha profundizado la crisis en el orden social y económico. Para tener una idea mas clara, Estados Unidos como primera economía del mundo tuvo en 2020 la contracción económica mas grande desde la Segunda Guerra Mundial, marcando un – 3.5% . En Europa el decrecimiento alcanzó el 7%. Latinoamérica, según informes de la comisión económica para América latina y el caribe (CEPAL), fue del 7.7% la mas alta en los últimos 120 años; solo el decrecimiento venezolano fue del 30% del PIB.
En la República Dominicana
El mayor desafío del gobierno del presidente Abinader ha sido atender la crisis en sus dos frentes: la de salud, con una cifra de contagios (hasta este mes de septiembre) superior a los 350 mil casos, con poco mas de 4 mil muertes, y la crisis económica, que se desprenden de la propia pandemia y que dejó como resultado un bajo desempeño de la economía.
La recuperación
El manejo del Covid19 por las actuales autoridades ha contado con el reconocimiento de la mayoría de los sectores de la sociedad, se ha logrado un control en la propagación del virus, eficacia en la búsqueda y negociación de las vacunas con distintos laboratorios y eficiencia en la puesta en ejecución del plan nacional de vacunación. Los datos de los últimos días certifican que a nivel nacional el 68.4% de la población disponible se ha vacunado en primera dosis y el 56.7% con dos dosis. Esto significa que 6,030,532 personas han recibido la primera dosis, 4,866,030 han recibido dos dosis y 896,931 personas han recibido refuerzo, totalizando 11,793,493 de dosis aplicadas. Estas cifras aumentan cada día.
Con el buen manejo en el ámbito de la salud, logrando uno de los niveles mas bajos del mundo en tasas de positividad y de letalidad y habiendo asumido el liderazgo internacional en la colocación de una tercera dosis de refuerzo, la economía dominicana ha estado respondiendo de manera adecuada, a juicio de especialistas e instituciones financieras. Según informes del Banco Central, la economía creció en el primer semestre del año un 13.3%, cifra que llena de optimismo a los agentes económicos y evidencia una recuperación más rápido de lo previsto, proyectando que al final de año el crecimiento estaría situándose en el orden del 9 al 10%.
El turismo viene dando señales de recuperación, el Banco Central estima que los ingresos por turismo cerrarían el año en 3,700 millones de dólares, un monto que incrementa un 16 % con respecto a los 2,673.8 millones que entraron el año pasado. Recuperación en las zonas francas, aumento de las exportaciones que alcanzaron los US$5,777,232,266 en los primeros seis meses de este año, para un crecimiento de 28.4 % en comparación con el primer semestre de 2020.
Lo propio ocurre con la inversión extranjera directa, en el primer semestre (enero-junio) de este año aumentó 49.4%, al pasar de US$1,083 millones en el mismo período de 2020 a US$1,617.5 millones en este 2021. Y finalmente las remesas, según las proyecciones, registrarían un crecimiento de 29.8 % a lo largo de 2021.
Así como la economía se recupera y la pandemia se controla, los ciudadanos debemos continuar asumiendo nuestro rol de contribuir con el plan de vacunación.
Para lograr mayor efectividad, proponemos: primero, una reactivación de los planes de comunicación para combatir el escepticismo que existe, en una parte de la población, contra la vacuna; segundo, profundizar la modalidad de vacunación casa por casa con laboratorios móviles para llegar a los lugares más distantes del territorio; y tercero, aprovechando el inicio del año escolar, habilitar centros de vacunación para garantizar la inoculación de nuestros estudiantes de secundaria.
Ya vemos luz al final del túnel, renovemos la fe en el presente y el futuro del país.