En el marco del proceso en el que figura Hazim, ha trascendido que padece esclerosis múltiple y diverticulitis, dos condiciones médicas que afectan distintos sistemas del organismo y que requieren seguimiento clínico constante.
La esclerosis múltiple es una enfermedad crónica del sistema nervioso central, de origen autoinmune, en la que el sistema inmunológico ataca la mielina, la sustancia que protege las fibras nerviosas del cerebro y la médula espinal. Este daño interfiere con la correcta transmisión de los impulsos nerviosos, lo que puede provocar debilidad muscular, problemas de movilidad, alteraciones visuales, fatiga persistente, entumecimiento, dificultades de coordinación y, en algunos casos, afectaciones cognitivas y emocionales. La evolución de la enfermedad varía de una persona a otra y puede presentarse por brotes o de forma progresiva.
Por otro lado, la diverticulitis es una afección del sistema digestivo que se produce cuando los divertículos, pequeñas bolsas que se forman en la pared del colon, se inflaman o se infectan. Esta condición suele manifestarse con dolor abdominal —principalmente en el lado inferior izquierdo—, fiebre, náuseas, vómitos y alteraciones en el tránsito intestinal. En situaciones más complejas, puede derivar en complicaciones como infecciones severas, abscesos o perforaciones intestinales, lo que amerita atención médica especializada.
Especialistas indican que convivir con ambas enfermedades puede representar un desafío adicional, ya que los procesos inflamatorios, el estrés físico y la fatiga asociados a la diverticulitis pueden agravar los síntomas neurológicos propios de la esclerosis múltiple. Por ello, el manejo médico suele incluir controles periódicos, ajustes en la alimentación, medicación específica y medidas para preservar la calidad de vida del paciente.









