Karolina Krzyżak, una influencer polaca conocida por promover una dieta basada exclusivamente en frutas, falleció en Bali tras varios meses de padecer un severo cuadro de agotamiento y desnutrición.
Según medios internacionales, la joven pesaba menos de 50 libras al momento de su muerte. Su estilo de vida —conocido como frugivorismo extremo— excluía totalmente los alimentos cocinados o procesados, limitándose únicamente al consumo de frutas frescas.

Krzyżak compartía en redes sociales su experiencia con esta práctica, defendiendo sus supuestos beneficios naturales. Sin embargo, allegados aseguran que en los últimos meses su salud se había deteriorado de forma alarmante, y que se negaba a abandonar la dieta pese a las advertencias médicas.
El caso ha reavivado el debate sobre los riesgos de las dietas extremas y el papel de los influencers en la promoción de hábitos alimenticios poco saludables.

