PLD advierte sobre deterioro económico: “Hoy la deuda pesa más y el país avanza menos”

PLD advierte sobre deterioro económico: “Hoy la deuda pesa más y el país avanza menos”

El Partido de la Liberación Dominicana, portavoz de las necesidades del pueblo dominicano, nueva vez hace un llamado de alerta sobre la preocupante situación económica que atraviesa nuestro país, y que afecta de forma directa a la clase media y los pobres.

A pesar de la realidad que enfrenta el pueblo, el Gobierno PRM insiste en que la economía marcha bien y que hoy la gente vive mejor.

El clamor de los ciudadanos en la calle y los datos nos cuentan otra realidad. Hoy queremos hablar con claridad, basados en hechos verificables.

A continuación, haremos una comparación justa y transparente entre la gestión PLD y la del PRM. Este análisis considera los últimos cinco años completos del Partido de la Liberación Dominicana (2015–2019) y los primeros cinco años del actual gobierno del PRM (2021–2025).

El año 2020 se excluye deliberadamente, ya que fue un período excepcional marcado por la pandemia del COVID-19 y el cambio de administración, que alteró las condiciones normales de la economía.

De este modo, los resultados aquí presentados reflejan el desempeño real de ambos gobiernos en circunstancias comparables, con cifras verificables del Banco Central, el Ministerio de Hacienda y organismos internacionales como la Cepal y el Banco Mundial.

Durante los gobiernos del PLD, la economía dominicana creció, en promedio, un 5.7 % cada año, de acuerdo con los datos del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Fue uno de los crecimientos más altos y sostenidos de toda América Latina, según la Cepal.

Ese crecimiento se sostuvo tras la recuperación de la crisis bancaria local y pese a los efectos persistentes de la crisis financiera global de 2008.

El crecimiento sostenido del país fue el resultado de una gestión económica prudente, una inversión pública estratégica y programas sociales que mejoraron la calidad de vida de millones de dominicanos.

Esa inversión permitió construir escuelas, carreteras, hospitales, la ampliación del Metro de Santo Domingo, el Sistema 911, la tanda extendida o el Inaipi.

El PLD fue el gobierno que garantizó el 4 % del PIB para la educación, política que permitió la construcción de más de 25,000 aulas, el programa nacional de alfabetización “Quisqueya Aprende Contigo” y la tanda escolar extendida, que benefició a más de 1.6 millones de estudiantes.

Además, se desarrolló una red moderna de infraestructura sanitaria, con 43 hospitales remozados y equipados.

En el sector energético, se construyó la Central Termoeléctrica Punta Catalina, una de las obras más importantes de la región.

Esta planta incorporó 720 megavatios de capacidad al sistema eléctrico nacional, reduciendo las pérdidas de las empresas distribuidoras de 34 % en 2011 a cerca del 25 % en 2019.

Asimismo, disminuyó el subsidio eléctrico de más del 2 % del PIB a cerca del 1 %, lo que significó un ahorro fiscal de decenas de miles de millones de pesos cada año.

Esos avances se tradujeron en mayor estabilidad del suministro, menor dependencia del petróleo y una gestión energética que contribuyó a la reducción del gasto público corriente.

Sin embargo, esa eficiencia se ha revertido. Hoy las pérdidas del sistema eléctrico son las más altas en más de una década.

Según el Ministerio de Energía y Minas, a julio de 2025 las EDE pierden el 43.3 % de la energía comprada.

Hasta agosto de 2025, las transferencias del Gobierno a las EDE alcanzaron RD$71,441.4 millones, equivalentes al 70.3 % del monto presupuestado para el año.

En la revisión del Presupuesto de 2025, esas transferencias aumentaron de RD$83,360 millones a RD$101,625 millones, lo que eleva el subsidio eléctrico a más del 1.5 % del PIB.

Hoy, el país en el sector eléctrico, ha vuelto a una situación que se creía superada, producto de deficiencias en la planificación, gestión y mantenimiento del sistema eléctrico.

Hoy la inversión pública ronda apenas el 1.7 % del PIB, el nivel más bajo en más de siete décadas, solo superado a la baja durante la crisis institucional de 1962–1966.

Esto equivale a una reducción de un tercio (−33 %) respecto al promedio del quinquenio 2015–2019 (2.5 % del PIB).

Durante ese período, el gasto de capital fijo mantuvo niveles sostenidos que impulsaron la expansión de la infraestructura eléctrica, transporte, educativa, sanitaria y vial del país.

En cambio, entre 2021 y 2024, la inversión física ejecutada se ha reducido de forma constante, reflejando una caída significativa en el esfuerzo inversor real del Gobierno Central.