San Pedro de Macorís, R.D. – Con el propósito de fomentar una cultura de integridad, transparencia y participación ciudadana, la Contraloría General de la República (CGR) inició en San Pedro de Macorís la primera visita personalizada de sensibilización y educación sobre prevención de la corrupción, dirigida a representantes clave del sector productivo, académico y social de esta provincia.
El contralor general Félix Santana García encabezó los encuentros, en cumplimiento del protocolo de trabajo establecido por la presidenta de la Comisión Presidencial de Transparencia y Anticorrupción (CPTA), Milagros Ortiz Bosch, con el objetivo de acercar el Estado a los actores sociales y promover la veeduría ciudadana sobre el uso de los recursos públicos.
“Nos estamos reuniendo con actores claves de la sociedad civil para escuchar sus percepciones y establecer una red local de garantes que vigilen y denuncien malas prácticas en los servicios públicos”, explicó Santana.


Durante la jornada, la comitiva de la CGR sostuvo encuentros con la Cámara de Comercio y Producción de San Pedro de Macorís, representada por Miguel Ángel Rodríguez Mejía, Josías Cabrera y Arelis García, con impacto en más de 10 mil ciudadanos, la ONG Mujeres Vigilantes de la Ciudad (MUVIC), junto a representantes de medios de comunicación y de la Fundación para el Desarrollo Integral de la Región Este (FUNDESIRE); la Asociación Dominicana de Ingenieros Industriales (ADII); la autoridades académicas de la Universidad Central del Este (UCE), incluyendo vicerrectoras y directores de escuelas.
Los participantes saludaron la iniciativa del Gobierno y coincidieron en que, además de castigar los actos de corrupción, es necesario fomentar valores cívicos, fortalecer la honestidad y transformar la cultura del mal uso de los fondos públicos.
Acompañaron al contralor, los directores de Planificación y Jurídico de la CGR, Atahualpa Ortiz y Jesús Catalino, así como funcionarios del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo.
Al cierre de los encuentros, los representantes de la sociedad civil se comprometieron a actuar como agentes multiplicadores de una cultura de transparencia, promoviendo la eficiencia de las obras, bienes y servicios públicos, y contribuyendo al combate de la llamada microcorrupción.









