Por: Mr.Fílmico
Medio siglo de terror: el legado imparable de Jaws
En el verano de 1975, miles de personas alrededor del mundo descubrieron un nuevo miedo: el de entrar al agua. Las playas seguían siendo las mismas, pero ahora existía la inquietante sensación de que algo podía acechar desde las profundidades. Fue Jaws, la película que sembró ese terror. Medio siglo después, el impacto cultural de esta obra maestra sigue siendo tan profundo como el océano que la inspiró.
El verano en que el cine cambió para siempre
Dirigida por un joven Steven Spielberg de apenas 27 años, Jaws no solo marcó una generación; redefinió las reglas del cine. Antes de ella, el concepto de “blockbuster” tal como lo conocemos no existía. Pero fue el rugido del tiburón en la taquilla lo que cambió para siempre la forma en que Hollywood lanzaba sus películas: estrenos veraniegos masivos, campañas de marketing agresivas y expectativas millonarias.

Una pesadilla de producción
Paradójicamente, uno de los mayores aciertos de Jaws vino de uno de sus más grandes problemas: el tiburón no funcionaba. Llamado “Bruce” en honor al abogado de Spielberg, el enorme tiburón mecánico presentaba fallas constantes. El equipo de producción, que filmaba en mar abierto —una decisión casi suicida para los estándares de Hollywood— tuvo que ingeniárselas para seguir adelante.

Lejos de arruinar la película, esto impulsó a
Spielberg a ser más creativo. Al no poder mostrar al tiburón, optó por sugerirlo. Una aleta que corta el agua, una boya arrastrada con violencia, una cámara subjetiva desde las profundidades. Lo que no se ve termina siendo más aterrador que lo explícito, y esa fue la clave del suspenso
Un elenco que se sintió real
El reparto, encabezado por Roy Scheider (el jefe Brody), Richard Dreyfuss (el oceanógrafo Matt Hooper) y Robert Shaw (el inolvidable Quint), no era de grandes estrellas, pero eso jugó a favor de la autenticidad. Cada personaje parecía salido de la vida real. Las tensiones que vemos en pantalla entre los actores, en especial entre Dreyfuss y Shaw, eran tan genuinas como las olas que azotaban el bote Orca durante la filmación.

Un presupuesto modesto, una recaudación histórica
Jaws se filmó con un presupuesto inicial de alrededor de 9 millones de dólares, aunque superó los 11 debido a los retrasos por el tiburón robot. A pesar del caos, la apuesta fue más que rentable: recaudó más de 470
millones de dólares a nivel mundial, convirtiéndose en la película más taquillera de la historia hasta ese momento.
Spielberg: el nacimiento de un gigante
Para Spielberg, Jaws fue un antes y un después. Su maestría para generar tensión y su manejo del ritmo narrativo lo posicionaron como uno de los directores más prometedores de su generación. Lo que pudo ser su ruina —un rodaje infernal y un tiburón que no funcionaba— terminó siendo su consagración.
Un legado que no se hunde
50 años después, Jaws no ha perdido su fuerza. Sigue siendo estudiada en escuelas de cine, reverenciada por directores de todo el mundo y amada por generaciones enteras que aún dudan un segundo antes de sumergirse en el mar. Su legado es tan inmenso como el océano que la inspiró, y su rugido sigue resonando en la memoria colectiva del cine.
Porque Jaws no solo cambió el verano del 75. Cambió el cine. Y eso, a medio siglo de distancia, sigue siendo aterradoramente admirable. No dejes de ver este tremendo clásico









