El exdiplomático haitiano Edwin Paraison, presidente de la Fundación Zile, se refirió a la actual política migratoria de la República Dominicana respecto a ciudadanos haitianos, durante una entrevista reciente en un programa de análisis nacional.
Reconoció el derecho del Estado dominicano a realizar repatriaciones, pero insistió en la necesidad de que estas se ejecuten de manera más humana y coordinada con las autoridades haitianas.
“La repatriación es un derecho soberano incuestionable de la República Dominicana. Todo el mundo acepta este planteamiento, ese principio. Nadie puede cuestionar a la República Dominicana en realizar las repatriaciones”, afirmó. No obstante, matizó que “no es hoy solamente que se está cuestionando la forma en la cual se están dando las repatriaciones, sino que ha sido un problema de siempre”.
Paraison señaló que, si bien las autoridades migratorias han respetado los documentos de aquellos haitianos que se encuentran en situación regular, el proceso presenta fallos en su ejecución. “Después de autentificar los documentos […] las autoridades migratorias han podido comprobar que el documento que lleva esa señora o ese señor son auténticos y están en el sistema, los despachan”, aseguró. Sin embargo, admitió que “la gente a veces se queja del tiempo que eso nos lleva. No es un proceso muy ágil en algunos casos”.
Paraison calificó como traumático el traslado de parturientas recién alumbradas y sus bebés en camiones para ser deportadas. “Tomar una mujer, una mujer recién, recién, que recién ha alumbrado, recién parida, llevarla en un camión, llevar el bebé en un camión, es un proceso que puede ser hasta cierto punto traumático”, expresó, citando también la preocupación de médicos y expertos en salud.
Paraison hizo un llamado a las autoridades dominicanas a escuchar las voces del sector salud y de la sociedad civil que piden una revisión de estas medidas. “Entiendo que sí, como fundación formando parte de la sociedad civil dominicana, pienso que debería de ser, o es oportuno, en que el gobierno escuche esas voces”, añadió.
Finalmente, destacó la necesidad de una mejor coordinación entre ambos países para lograr que las repatriaciones se ejecuten respetando la dignidad humana. “Decidir hacer una repatriación de esa envergadura […] lo indicado debería de ser un nivel de coordinación real con la otra parte”, concluyó.