20 años del primer vuelo del Airbus A380, el avión de pasajeros más grande del mundo

20 años del primer vuelo del Airbus A380, el avión de pasajeros más grande del mundo

Hace 20 años que voló el primer Airbus A380, el avión de pasajeros más grande del mundo, un viaje desde Touluse que duró casi cuatro horas por el sur de Francia.

Su primer vuelo data del 27 de abril de 2005, hace prácticamente 19 años. Unas 50.000 personas se dieron cita en Toulouse para ver de primera mano las maniobras. Para llegar a ese punto, el fabricante invirtió 13.000 millones de euros y trabajó en su desarrollo durante 11 años.

Airbus entregó el último A380 en diciembre de 2021. El fabricante francés ha producido en todo este tiempo un total de 251 unidades, de las cuales casi la mitad han ido a parar a la flota de Emirates.

El A380 tiene dos cubiertas completas (72,7 metros), una envergadura de 79,8 metros y es el mayor avión comercial de la historia, con una capacidad de hasta 853 plazas. Cada uno de los A380 tiene un coste de casi 45 millones de dólares.

Cuando Singapore Airlines adquirió el superjumbo A380 para su primer vuelo comercial en 2007, hubo un consenso extendido de que el futuro de los viajes aéreos había llegado.

Pero en realidad, el programa Airbus, largamente postergado y con sobrecostos, nunca se sacudió completamente de las predicciones de que sería un elefante blanco de los cielos.

El A380 fue un desafío audaz al dominio de Boeing, el rival estadounidense, en el mercado de grandes aviones. Mientras Airbus apostaba miles de millones de dólares por que las aerolíneas querrían aviones grandes en el futuro, Boeing desarrollaba su 787 Dreamliner más pequeño y más ágil (y aparentemente más exitoso).

El A380 se lanzó en los mercados de rápido crecimiento de Asia y Medio Oriente, donde las aerolíneas estaban dispuestas a llevar a más personas por vuelo.

La aeronave tenía capacidad de transportar a un mínimo de 550 pasajeros(tiene espacio para más) y un alcance de 14.816 km.

El A380 también contaba con más de 500 metros cuadrados de espacio útil, lo que le permitía ofrecer lujosas suites de primera clase, bares, salones de belleza y tiendas libres de impuestos.

Pero después de una oleada inicial de pedidos, especialmente de la aerolínea Emirates, con sede en Dubái, la demanda se agotó y el programa nunca obtuvo beneficios.