Una antigua creencia resurge cada año en diversas regiones de tradición cristiana. Y es que durante la Cuaresma, especialmente, en Semana Santa: se dice que “el Diablo anda suelto en las madrugadas” y que quienes se desvelan durante estos días podrían tener un encuentro con el maligno.
Aunque muchos toman esta idea como una simple leyenda popular, no faltan quienes prefieren no tentar al destino y evitan estar despiertos a altas horas de la noche durante la Semana Santa.
Este temor es aún más común entre los niños y personas mayores, quienes aseguran haber escuchado historias o advertencias familiares que refuerzan esta creencia.
Origen de esta creencia
El origen de esta tradición se remonta a los días previos a la Resurrección de Jesús.
Según la fe cristiana, este período estuvo marcado por el sufrimiento, la traición y la muerte del Hijo de Dios, momentos que simbolizan la presencia del mal en la Tierra. Por esta razón, algunos creyentes consideran que el Diablo aprovecha estas fechas para manifestarse.
Impacto en Viernes Santo
El Viernes Santo, día en que se conmemora la crucifixión de Jesús, es especialmente significativo en este contexto. La injusticia y el dolor asociados a este día son vistos por muchos como señales del poder del maligno en esos momentos, lo que refuerza la idea de que el Diablo recorre el mundo en esos días santos.

Mientras que para algunos no es más que una superstición sin fundamentos, para otros esta creencia forma parte de una cosmovisión heredada por generaciones, que cobra fuerza en cada Semana Santa.
Lo cierto es que, más allá de la fe, estas tradiciones continúan siendo parte del imaginario colectivo y cultural de muchas comunidades.

