Francisco Céspedes es un cantautor único en su clase. Cuenta historias muy particulares en sus canciones, que van enlazando amores y desamores de su vida pasada plasmados magistralmente en cada interpretación.
Con el maestro Amaury Sánchez tuvo una muy buena conexión, siendo el primero en dirigir un concierto sinfónico para Pancho, quien a través de sus redes sociales dijo que quedó genial.
Junto a la Orquesta Filarmónica de Santo Domingo con más de sesenta músicos en escena, Céspedes inició el recital que tuvo como escenario la sala principal del Teatro Nacional en Santo Domingo, con su emblemática canción “Dónde está la vida”.
Entre aplausos Céspedes continuó con “Miradas”, “Cuanto te fuiste”, “Y se perdieron al final”, “Qué hago contigo”, “Todo es un misterio”, “Se parece a ti”, “Tu por qué”.
En esta cita imperdible con la buena música, Francisco cantó varios temas solo a piano, entre estos el inolvidable “Contigo aprendí”, dedicado a su novia Lilibeth, quien estaba sentada en primera fila.
Junto al cantante español Enrique Ramil interpretó “Remolino”, para luego darle el paso al invitado, quien se adueñó del público con interpretaciones de “Señora”, de Rocío Jurado; y “A la que vive contigo” de Manoella Torres.
“Como si el destino”, “Mira mira”, “Pensar en ti”, “Nadie como tu señora”, “Todavía” y otros dieron continuidad al gran espectáculo producido por Amaury, con arreglos sinfónicos de Sánchez, de Federico Méndez y de la joven Elizabeth López.
La nostalgia se apoderó del ambiente con “Vida vída” y su himno esperado “Vida loca”. Después de despedirse del público regresó con “Se me antoja tu vida”.
Durante dos horas el cantautor hizo un recorrido por lo mejor de su dilatado repertorio, compuesto por canciones conocidas como otras no tanto y algunas de su nuevo disco.
El cubano con casi 69 años de edad agradeció a México, donde vive desde hace 33 años y prometió que “Francisco Céspedes Sinfónico” se presentará próximamente en la ciudad de Santiago de los Caballeros.