Adrián Simancas, un joven de 24 años, vivió un momento aterrador que quedó registrado en video y rápidamente se viralizó: fue arrastrado por una ballena jorobada mientras realizaba una travesía en packraft en la Bahía El Águila, cerca del Faro San Isidro, en Chile.
“Sentí algo entre azul y blanco que me pasa cerca de la cara y está como por un lado y por encima… No entendía qué estaba pasando y entonces me hundo… pensé que me había comido”, relató Adrián en una entrevista al medio chileno TVN. “Fue una experiencia increíble y aterradora a la vez”, explicó, como si ya hubiese asimilado el impacto de lo ocurrido.
Lo más conmovedor de su relato fue cómo logró mantener la calma durante el momento de mayor angustia, cuando desapareció bajo el agua y su padre, Dell Simancas, lo perdió de vista por un par de segundos. “Fue el único momento de real miedo que sentí”, comentó Dell, quien temió por la vida de su hijo al no verlo a su lado. Sin embargo, la calma de Adrián, quien logró salir ileso del suceso, refleja su serenidad frente a una situación que podría haber tenido un final trágico.
Para Adrián, el incidente fue una mezcla de miedo y fascinación. A pesar de haber estado a punto de ser tragado por el mamífero marino, su reacción ante la experiencia fue sorprendentemente positiva. “Sé que es algo raro, algo que no le pasa a cualquiera. Por suerte, todo terminó bien”, dijo con una sonrisa, transmitiendo un sentimiento de gratitud y admiración por la naturaleza, aunque consciente de lo peligroso que fue el encuentro.
Este episodio no solo sorprendió a su familia y seguidores en redes sociales, sino que también resalta la capacidad de Adrián para mantener la calma en medio de un evento tan inesperado y aterrador. Su relato muestra que, aunque el miedo fue real, su actitud positiva y su capacidad para ver el lado fascinante de la experiencia dejaron una huella profunda en todos los que escucharon su historia.
