Opción Democrática sobre situación de comunitarios y Barrick Gold: no se puede dialogar con una pistola en la cabeza

Opción Democrática sobre situación de comunitarios y Barrick Gold: no se puede dialogar con una pistola en la cabeza

Al sumarse a la protesta el partido pidió transparencia al gobierno sobre los posibles riesgos que representa la nueva presa de cola en la zona y volvió a exigir respeto a los derechos de las comunidades afectadas por la actividad minera

Santo Domingo, RD.– El partido Opción Democrática (OD) manifestó este miércoles su preocupación por la militarización en las comunidades afectadas por la construcción de una presa de cola y volvió exigir respeto a los derechos fundamentales de las familias que enfrentan procesos de desalojo, pérdida de sus tierras y de sus medios de vida.

“No se puede dialogar con una pistola en la cabeza. Las protestas pacíficas son un derecho fundamental que no debe ser reprimido por la fuerza”, declaró Virginia Antares Rodriguez, excandidata presidencial y dirigente del partido.

Opción Democrática denunció que las familias llevan años enfrentando el impacto de la contaminación del agua, el aire, ruido y los accidentes provocados por este proyecto, mientras se ven obligadas a abandonar sus hogares y cultivos, perdiendo sus medios de vida.

La dirigente de la orgnización politica volvió a exigir un pago justo, tal como se establece en los parámetros del Banco Mundial y que se incluya a todas las familias afectadas en los planes de compensación y mitigación, sin discriminación alguna.

Asimismo, el partido destacó la falta de transparencia en la gestión del proyecto, indicando que los riesgos asociados a la presa de cola son elevados y no se ha brindado información clara a las comunidades.

“La desinformación genera incertidumbre, desconfianza y agrava la vulnerabilidad de las familias que ya están sufriendo los impactos de este proyecto”, agregó Virginia Antares.
Opción Democrática reiteró su llamado al Gobierno y a la empresa Barrick Gold a actuar con responsabilidad y priorizar los derechos colectivos por encima de los intereses económicos.

“La represión no es la respuesta. Las comunidades merecen justicia, transparencia y soluciones reales que respeten su dignidad y protejan su calidad de vida”, finalizó.