Como cada año, los católicos dominicanos se une en devoción para celebrar el Día de Nuestra Señora de La Altagracia, patrona espiritual de la República Dominicana, reafirmando su fe. Esta festividad, que tiene lugar cada 21 de enero, es un emblema de las profundas raíces cristianas que dan vida y significado a la identidad nacional.
La Virgen de La Altagracia, venerada como madre y protectora de la nación, simboliza la esperanza, la fe y el compromiso de la comunidad católica dominicana con los valores cristianos. En su honor, la Conferencia del Episcopado Dominicano (CED) organizó un novenario especial, cuyo propósito es profundizar en la reflexión espiritual y renovar el testimonio de fe de los feligreses.
Durante el novenario, transmitido a través de las plataformas digitales de la CED, se abordan temas como la honestidad, la transparencia y la honradez, inspirados en las virtudes de la Virgen María. Estas jornadas han sido también una oportunidad para elevar oraciones por diversas causas, como la Pastoral Vocacional, la infancia, las parejas de novios, la Pastoral Social y Cáritas, destacando el compromiso de la Iglesia con todos los sectores de la sociedad.
Desde el Santuario de Nuestra Señora de La Altagracia, en Higüey, miles de devotos participan en una vigilia solemne que une a la nación y a los dominicanos en el extranjero. Con oraciones, cantos y testimonios, los fieles rinden homenaje a la Virgen, destacándola como madre de la Iglesia y guía espiritual.