Sabina Cordero, madre de Luisa Yandery Acevedo, una mujer de 34 años fallecida tras recibir un disparo en el sector Los Guaricanos, denunció lo que considera un abuso policial y exigió justicia por la muerte de su hija.
Según el relato de Cordero, el incidente ocurrió la noche del sábado cuando Luisa salió acompañada de su hija menor y su nieto para recoger un abanico en reparación. Mientras esperaba en el lugar, se desató un tiroteo cuando una patrulla policial disparó contra un grupo de jóvenes que jugaban con pistolas de bolitas. En medio del caos, Luisa recibió un disparo por la espalda.
“Ella quiso resguardarse y entró al almacén de un mini market, pero cayó herida dentro del local. Los agentes cerraron la puerta de metal del almacén y no dejaron que nadie se acercara para auxiliarla”, declaró entre lágrimas la madre de la víctima.
Cordero aseguró que, mientras su hija se desangraba, una hermana de la víctima y una amiga, ambas enfermeras, intentaron asistirla, pero los agentes se lo impidieron. “Ellos se acordonaron alrededor del lugar como si ella fuera una delincuente”, lamentó.
La Policía Nacional informó que Luisa presuntamente portaba un arma de fuego, versión rechazada categóricamente por su madre. “Mi hija andaba con su nieto y su hija menor. No tenía un arma. Estoy segura de que el disparo que la mató fue de la Policía”, sostuvo Cordero, quien afirmó que existen videos que prueban lo ocurrido.
Además, la madre denunció que los agentes usaron gas pimienta para dispersar a los familiares que buscaban ayudarla y que no permitieron que ningún familiar acompañara a la víctima al hospital Ney Arias Lora, donde finalmente falleció.
José Luis Acevedo, padre de Luisa, también expresó su frustración, denunciando que no le aceptaron una querella en el Departamento de Captura de Prófugos. “Esto fue un error de la Policía y, como siempre, se tapan entre ellos. Aquí nadie quiere pagar por un muerto”, declaró.
La Policía informó que dos jóvenes fueron detenidos durante el operativo, incluyendo un menor de 16 años, ambos heridos de manera leve por perdigones. Sin embargo, la familia de Luisa exige respuestas y que el caso no quede impune.
“Mi llamado es que se haga justicia. Sé que Dios la hará, aunque el hombre no lo haga”, concluyó la madre de la víctima, quien insiste en que su hija no era una delincuente y que la labor de la Policía debe ser proteger vidas, no quitarlas.
