La subsede del Parlamento Centroamericano (Parlacen) en la República Dominicana, junto con la Comisión de la Mujer, Niñez, Juventud y Familia, conmemoró este miércoles el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer con una dramatización realizada en la intersección de las avenidas Abraham Lincoln y 27 de Febrero.
El evento estuvo encabezado por las diputadas dominicanas Margarita María Cedeño Lizardo y Esmeralda Mancebo, quienes reafirmaron su compromiso con la lucha contra la violencia hacia las mujeres. También asistieron los diputados Silvia García Polanco, Krimilda Acosta, Michelle Ortiz, Socorro Monegro, Catalina Olea, Margarita Pimentel y Eddy Germán, secretario de la Junta Directiva del Parlacen.
“La violencia contra la mujer sigue siendo un flagelo que estamos obligados a enfrentar por el bienestar de esta generación y las que nos seguirán. Para ello, necesitamos un enfoque más amplio que incluya políticas públicas focalizadas, educación, independencia económica y una agenda política que respalde las aspiraciones femeninas,” destacó Margarita Cedeño Lizardo.
Por su parte, Esmeralda Mancebo hizo un llamado a la conciencia colectiva sobre la violencia política hacia las mujeres, señalando que esta limita su plena participación en los espacios de toma de decisiones. “La construcción de una democracia incluyente solo será posible cuando todas las formas de violencia, incluida la política, sean eliminadas y las mujeres puedan contribuir sin temor al desarrollo de nuestras naciones,” subrayó.
Durante la actividad, estudiantes de teatro del Centro Modalidad en Artes Mauricio Báez realizaron una representación artística en el semáforo de la intersección, impactando visualmente a los transeúntes con el mensaje “No a la violencia contra la mujer”. La puesta en escena estuvo dirigida por la profesora Carolyn Sánchez y Husmell Díaz, coordinador del grupo.
El evento también contó con la asistencia de diputados y diputadas del Parlacen, quienes respaldaron la importancia de impulsar acciones concretas que garanticen el bienestar y la protección de los derechos de las mujeres en la región.
Esta actividad se suma a los esfuerzos internacionales para visibilizar y combatir la violencia de género, recordando que la igualdad de género no solo es un derecho humano fundamental, sino una condición indispensable para construir sociedades justas y equitativas.