El expresidente Leonel Fernández respondió a las declaraciones del presidente Luis Abinader sobre el incremento del Impuesto a la Propiedad Inmobiliaria (IPI) y la crítica de que la reforma fiscal debió haberse implementado en 2012.
Fernández argumentó que en ese momento el contexto no permitía una reforma de ese tipo debido a la crisis financiera global.
El expresidente explicó que, durante su mandato, en 2010, la situación económica global estaba marcada por una crisis financiera que afectaba a todos los países del mundo, y que fue el Fondo Monetario Internacional (FMI) el que ofreció un préstamo de 1,500 millones de dólares para ayudar a reactivar la economía. En ese contexto, Fernández aseguró que una reforma fiscal era inviable, pues la prioridad era recuperar el crecimiento económico.
Además, recordó que la Ley de Estrategia Nacional de Desarrollo 2030, que establece la necesidad de una reforma fiscal, fue aprobada en 2012, cuando ya él no estaba en el poder, lo que exime a su gobierno de esa responsabilidad.
En sus declaraciones, el líder de la Fuerza del Pueblo también expresó preocupación por el impacto del nuevo proyecto fiscal del gobierno de Abinader, criticando que el aumento del IPI afectará no solo a los propietarios de viviendas, sino también al sector de la construcción, especialmente aquellos proyectos realizados a través de fideicomisos inmobiliarios para viviendas de bajo costo. A su juicio, la eliminación de las exenciones fiscales al fideicomiso encarecerá la construcción y complicará la vida de los ciudadanos.
Fernández no se limitó a criticar el proyecto fiscal, sino que también cuestionó la gestión económica del gobierno de Abinader, señalando que, a pesar de haber tenido ingresos históricos de 5 millones de millones de pesos, estos han sido malgastados en el pago de salarios, pensiones, intereses de la deuda y subsidios. Además, señaló el fracaso en la gestión del sector eléctrico como otro ejemplo del mal manejo financiero, lo que, según él, ha llevado al país a una situación económica delicada.
Con estas declaraciones, Fernández reafirmó su postura en contra del nuevo plan fiscal propuesto por el gobierno y sugirió que la falta de planificación y visión a largo plazo están detrás de la creciente resistencia de distintos sectores de la sociedad ante este proyecto.
