El propietario de una joyería en Barahona, Juan Ramón Acosta Castillo, denunció un violento asalto llevado a cabo por tres individuos que se hicieron pasar por agentes de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) y un fiscal.
El robo dejó pérdidas que rondan entre los 8 y 9 millones de pesos en joyas.
De acuerdo con el testimonio de Acosta, dos de los hombres vestían uniformes de la DNCD, mientras que el tercero se identificó falsamente como fiscal. El trío irrumpió en el establecimiento, amarrando a la víctima con tie racks mientras cargaban las joyas robadas en una funda de almohada.
Tras cometer el atraco, los delincuentes huyeron del lugar a bordo de una jeepeta CRV blanca, dejando a Acosta atado dentro de la joyería.