En la 77 ceremonia de graduación de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) del campus Santo Domingo, el joven Gianluis Ortega recibió el título de maestría en Neuropsicología Clínica, el segundo de su carrera profesional, con 26 años y un diagnóstico de atrofia muscular espinal, tipo 3.
La atrofia muscular espinal es una enfermedad genética que afecta los músculos y no permiten que se desarrollen de forma habitual, especialmente las piernas. Esta condición provoca lentitud en el movimiento, temblores, dificultad para hablar en voz alta, problemas de postura y equilibrio, diagnóstico que recibió Gianluis cuando era un niño.
A lo largo de su vida, fue desarrollando una inquietud por comprender la mente humana y ofrecer apoyo a quienes enfrentan problemas psicológicos. Estudió Psicología Clínica y su pasión por esta carrera, la búsqueda de respuesta y continuar ayudando a otros seres humanos, fueron los sentimientos que le motivaron a seguir estudiando, logrando graduarse este sábado de la maestría en Neuropsicología Clínica, en la PUCMM.
“Mi profesión me ayudó a comprender mejor las funciones del cerebro que juegan un papel importante en el desarrollo de los trastornos mentales y cómo los cambios en la estructura física generan alteraciones de los estados mentales. Así entendemos mejores formas de abordarlos y brindar mejores tratamientos” apuntó.
Su graduación no solo representa un logro personal, sino también un avance en su campo profesional. Con su nuevo título, está preparado para contribuir en la práctica clínica e interesado en la investigación, ayudando a pacientes a comprender mejor las complejidades de las condiciones neurológicas y psicológicas.
El profesional compartió un emotivo mensaje a los jóvenes, exhortándoles a dejar de lado los impulsos y las exigencias autoimpuestas, y pensar más en la vida que desean a corto plazo, para poder hacerla realidad con lo que tienen disponible en su entorno.
“Creo que se trata de eso: aprender a ser flexibles, críticos y construir el futuro paso a paso. Y para esto también es importante contar con una buena red de apoyo, sea amigo, familia… Nadie ha llega lejos solo a ningún lado”, agregó.
“Soñar no cuesta y mi objetivo a largo plazo es tener un centro de atención de salud psicológica”, apunta.
El egresado también destacó el apoyo que recibió de la Dirección de Servicios para la Inclusión de la PUCMM, encargada de garantizar el desempeño equitativo y adaptado a las necesidades individuales, de los estudiantes con discapacidades. “Este departamento se mantuvo pendiente y dio un monitoreo excelente”, apuntó.
Ortega fue uno de los graduados este sábado en la graduación número 77 de PUCMM campus Santo Domingo, que este día entregó a la sociedad 957 profesionales, y alcanzó en esta ceremonia un total de 100,022 egresados en 62 años de historia de la universidad.
En esta graduación, el 57% (543) de los graduados fueron mujeres y el 43% (414), hombres. Además, el 72% (687) son nuevos profesionales de grado y el 28% (270) corresponde a programas de postgrado.
En esta ceremonia, la universidad celebró su egresado número 100,000 con la entrega, de la mano del rector de esta academia, reverendo padre doctor Secilio Espinal, de una beca especial para continuar sus estudios universitarios en esta academia. El graduado Joaquín Esteban Garabitos Carvajal, fue elegido de manera simbólica y aleatoria como el egresado número 100,000 de esta PUCMM.