La vida de Melvin Luis Betemi Rodríguez, un joven de apenas 19 años, se apagó de manera trágica el pasado domingo en el municipio de Baitoa, Santiago.
Melvin, que acababa de terminar su bachillerato, tenía un sueño claro: convertirse en ingeniero en sistemas. Ese sueño, que lo impulsaba a seguir adelante y a buscar un mejor futuro, quedó truncado tras un fatídico accidente de tránsito.
“Mi hijo quería hacer grandes cosas con las computadoras, ayudar a la familia y cumplir sus metas”, relató con profunda tristeza su madre, Yadira, en una entrevista. Melvin se preparaba para ingresar a la universidad y comenzar su camino académico en una carrera que lo apasionaba. Su entusiasmo por la tecnología y su deseo de superación lo mantenían ilusionado por un futuro lleno de oportunidades.
El destino, sin embargo, tenía otros planes. Mientras se desplazaba en su motocicleta acompañado por un amigo, ambos fueron arrollados por un conductor que, según el testimonio de su familia, no solo no se detuvo, sino que volvió a pasar sobre el joven tras el impacto. A pesar de los esfuerzos por salvarlo, Melvin no sobrevivió al accidente, dejando a su familia y seres queridos devastados.
El conductor responsable fue detenido brevemente, pero, según la madre de Melvin, pagó para ser liberado casi de inmediato, lo que ha generado aún más indignación en su familia, que clama por justicia. “Nada va a devolver la vida de mi hijo”, expresó Yadira con dolor, rechazando cualquier intento de compensación económica. “Él tenía tantos sueños, tantas ganas de vivir y de estudiar, pero ahora todo se fue con él”.
El recuerdo de Melvin, un joven lleno de ilusión y con un futuro brillante por delante, permanece vivo en quienes lo conocieron. Su familia aún lucha por procesar la pérdida de un hijo que tenía todo un camino por recorrer, un joven cuyo sueño de ser ingeniero en sistemas se apagó antes de poder realizarse.