Críticas al Senado dominicano por postura injerencista contra Venezuela y el silencio ante crisis internacionales

Críticas al Senado dominicano por postura injerencista contra Venezuela y el silencio ante crisis internacionales

En una reciente publicación titulada “Empecinados y Fanfarrones: El acoso contra Venezuela”, se ha cuestionado duramente la posición del Senado dominicano respecto a la situación política en Venezuela, acusándolo de seguir lineamientos imperiales y de no condenar otras injusticias internacionales. La crítica se centra en la resolución del Senado que insta al gobierno del presidente Luis Abinader a no reconocer los resultados de las elecciones venezolanas del 28 de julio, decisión que ha sido calificada como una injerencia en los asuntos internos de un país hermano.

El texto señala que el Senado dominicano ha guardado silencio frente a otras crisis internacionales, como el golpe de Estado de 2019 en Bolivia que depuso a Evo Morales, la represión contra jubilados en Argentina bajo el gobierno de Javier Milei, y los ataques israelíes en Gaza, que han resultado en miles de víctimas civiles, incluyendo niños. A pesar de estas tragedias, no se ha emitido ninguna declaración de condena, lo que plantea dudas sobre la coherencia y los principios de los legisladores dominicanos.

Además, se ha criticado el trato que el gobierno dominicano ha dado a Venezuela, incluyendo la incautación de aviones venezolanos en suelo dominicano y la retirada de la protección diplomática a la embajada venezolana en Santo Domingo, lo que podría sentar un peligroso precedente para las relaciones internacionales.

La publicación acusa al Senado y al gobierno dominicano de actuar bajo la influencia de intereses extranjeros, específicamente de Estados Unidos, y de priorizar conveniencias políticas y económicas sobre los principios de soberanía y justicia. Sin embargo, se menciona que, de los 26 senadores presentes en la votación contra Venezuela, uno decidió no votar, preservando, según el autor, los verdaderos valores de libertad, democracia y respeto a los derechos humanos.

La crítica concluye que Venezuela no está sola y que aquellos que insisten en mantener una postura agresiva contra el país vecino se enfrentarán a una derrota segura, advirtiendo sobre la hipocresía en la defensa de los derechos y la democracia.