Raquel Arbaje: "No quiero administrar directamente dinero del erario"

Raquel Arbaje: "No quiero administrar directamente dinero del erario"

Raquel Arbaje reflexiona sobre su trayectoria como primera dama

Santo Domingo.- La primera dama de la República Dominicana, Raquel Arbaje, reafirmó su postura sobre la gestión pública al declarar que prefiere no administrar directamente los fondos estatales, asegurando que su oficina opera con un presupuesto mensual de 12 millones de pesos que se utiliza de manera eficiente.

“Siempre le dije al presidente que yo no quiero administrar directamente dinero del erario”, subrayó, enfatizando que su dependencia opera bajo un presupuesto de 12 millones de pesos al mes, el cual logra rendir de manera efectiva.

Arbaje, compartió sus pensamientos sobre sus cuatro años en el servicio público y su visión del futuro en una reciente entrevista en el programa “El Día”, en Telesistemas canal 11..

Arbaje destacó que “ocho años son muchos” y que su perspectiva inicial era que el presidente Luis Abinader no debería buscar la reelección. Sin embargo, como parte de un equipo matrimonial, decidió apoyarlo en su decisión de continuar en el cargo. “Si Dios nos ayuda y tenemos salud, que él complete”, expresó.

Desde joven, Arbaje ha estado inmersa en la vida política. Recuerda con cariño sus años en Gazcue, donde escuchaba los discursos de José Francisco Peña Gómez, lo que le proporcionó un profundo conocimiento político desde temprana edad. “Siempre he estado al lado de Luis en todos los procesos”, enfatizó.

A pesar de ser una figura pública, Arbaje mantiene un enfoque cercano a la gente. Su experiencia en el sector comercial le permitió conectar con la ciudadanía y ofrecer apoyo. “El que quiera progresar tiene que dar seguimiento”, afirmó, reflexionando sobre los valores que le inculcaron sus padres.

Con 53 años, se siente cómoda en su rol y asegura que en su hogar no se habla de trabajo. Arbaje lidera una oficina compuesta por 30 colaboradores, a quienes considera como una familia. Ella optó por un enfoque sencillo y canalizador en su gestión, evitando la administración directa de fondos públicos.

El legado que Arbaje aspira dejar es uno de humildad y cercanía con la población. Con su compromiso y dedicación, continúa tocando vidas y dejando una huella positiva en la sociedad dominicana.