Miguel Mejía, ministro para Políticas de Integración Regional de la República Dominicana, cuestionó las acciones de Roberto Álvarez, el canciller dominicano, en relación con la política exterior hacia Venezuela.
Mejía afirmó que Álvarez actuó como un “sello gomígrafo del Departamento de Estado” de los Estados Unidos, tomando decisiones sin el conocimiento ni consentimiento del presidente de la República, lo que llevó a situaciones complicadas en la diplomacia dominicana.
“Ellos llevaron al presidente a situaciones de hecho, sin tener en cuenta que, aunque el presidente y el país tienen derecho a tener una opinión sobre cualquier nación o figura, no es justo sacrificar al presidente ni al país, involucrándolo en asuntos que nada tienen que ver con los problemas internos de la República Dominicana”, explicó Mejía.
El ministro también criticó la interferencia en los asuntos internos de Venezuela, sugiriendo que esas decisiones se tomaron para complacer a terceros, sin considerar los intereses nacionales. “¿Por qué tiene que inmiscuirse en asuntos internos de Venezuela? Para complacer a otros. Y esos otros actúan de acuerdo con su necesidad y conveniencia”, argumentó Mejía.
Comparando la situación actual con la histórica apertura de relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y China durante la Guerra Fría, Mejía destacó que la República Dominicana estableció relaciones con China 40 años después de que lo hicieran los Estados Unidos, en un contexto mucho más difícil, subrayando la necesidad de una política exterior independiente y basada en los intereses nacionales.
Las declaraciones de Mejía reflejan su preocupación por mantener la soberanía y la independencia en la política exterior de la República Dominicana, evitando influencias externas que puedan comprometer la estabilidad y los intereses del país.