El domingo 01 de septiembre, supuestamente en una redada policial realizada en el sector Brisas del Sur, en San José de Ocoa, fue detenido el joven Willigton Reyes, de 34 años de edad. En el momento de su arresto, Reyes se encontraba en perfecto estado de salud, según declaró la Comisión Nacional de Derechos Humanos de San José de Ocoa y confirmaron sus familiares.
Sin embargo, informaron que tras pasar seis días detenido en el cuartel policial de San José de Ocoa, el sábado 7 de septiembre Reyes falleció en el Hospital San José del mencionado municipio.
La muerte de Willigton Reyes ha desatado una ola de indignación entre sus familiares y la comunidad de San José de Ocoa, luego de que se hicieran públicos videos en los que el cuerpo del joven muestra evidentes señales de haber sido golpeado de manera brutal durante su detención. Las imágenes revelan marcas de violencia, lo que ha llevado a los familiares y a la ciudadanía ocoeña a expresar su repudio ante lo que consideran una violación flagrante de los derechos humanos.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos, filial de San José de Ocoa, emitió un comunicado condenando este trágico y bochornoso suceso. En su declaración, la CNDH denuncia que el hecho no solo viola los derechos fundamentales de Willigton Reyes, sino que también constituye una agresión directa contra los principios de la Constitución y las leyes nacionales.
En este sentido, la Comisión solicita de manera urgente una intervención por parte del Ministerio de Interior y Policía, el Ministerio Público y la Dirección General de la Policía Nacional para que se realice una investigación exhaustiva y transparente sobre las circunstancias de la muerte de Reyes.
El comunicado exige que los responsables de este acto violento sean sometidos a la justicia y que se apliquen las sanciones correspondientes para evitar que hechos como este queden impunes. La CNDH subrayó su compromiso de llevar este caso hasta las últimas consecuencias legales, con el objetivo de que se haga justicia en nombre de la víctima y de su familia, quienes actualmente están atravesando un profundo dolor e indignación ante la pérdida de su ser querido.
Este acontecimiento ha puesto nuevamente en el centro del debate la actuación de las fuerzas de seguridad y la protección de los derechos humanos en la República Dominicana. La muerte de Willigton Reyes es un recordatorio de la importancia de una vigilancia constante sobre el respeto a los derechos fundamentales de todos los ciudadanos, especialmente aquellos que se encuentran bajo custodia policial.