El presidente del Instituto Duartiano, Wilson Gómez Ramírez, llamó este martes a los diplomáticos dominicanos en el exterior a contrarrestar las acusaciones de xenofobia y racismo, y presentar la verdadera situación del país a la comunidad internacional.
Wilson Gómez Ramírez expresó que “en los momentos actuales es imprescindible mantener la unidad de los buenos dominicanos, alrededor de los principios que originaron nuestra nacionalidad, como manera de enfrentar la amenaza que se cierne contra el país y de exigir a quienes administran el Estado, que defiendan con valentía los intereses supremos de la Nación y cumplan con los postulados constitucionales que privilegian la Región fronteriza y sus habitantes”.
Agregó que “este organismo patriótico continuará sus esfuerzos de integrar los valores humanos que están comprometidos con su patria, como forma de edificar columnas morales, afianzadas en hombres y mujeres que identifican claramente su compromiso con el porvenir de este pueblo que tanto ha luchado, lucha y siempre luchará en interés de mantener, por encima de todo, nuestra condición de patria libre, soberana e independiente”.
Gómez Ramírez, adujo que se precisa que la autoridad dominicana, en especial el presidente de la República, que es responsable de trazar las pautas de la política internacional dominicana, no excluya de la agenda cotidiana el tema de Haití, cuya situación se sigue agravando sin que la comunidad internacional siquiera lance una disimulada mirada para ese infortunado país”.
Añadió, que “no basta con clamar que organismos como la ONU o la OEA, o las grandes potencias, acudan a auxiliar la vecina nación, ciertamente colocada en una grave situación de infortunio; no basta, es necesario que nuestras autoridades se sienten con tranquilidad en la mesa de trabajo a formular políticas para poner coto a tema de las parturientas, de las incontroladas masas de indocumentados e ilegales que ocupan nuestros campos, ciudades, quebradas y montañas; la problemática de la alta población escolar haitiana”.
El presidente de la entidad patriótica precisó, además, que “es menester trabajar con los diplomáticos dominicanos acreditados en el exterior, para que despierten sus conciencias y se hagan compromisarios con la causa de su país, y edifiquen a los congresistas, parlamentarios, agencias internacionales, órganos de opinión regionales y mundiales, y puedan entender que aquí no existe práctica xenofóbica, ni racista, tampoco apátrida”.