Tras el gobierno dominicano fijar un posición firma y enérgica contra Nicolás Maduro, durante su discurso de toma de posesión para un nuevo periodo presidencial, este sábado la embajda de Venezuela en el país permanece cerrada y sin presencia de ningún personal de la nación suramericana.
El gobierno dominicano se unió a otros países donde denucieron detenciones arbitrarias de venezolanos sin el debido proceso, así como también mostró su preocupación por casos de represión a manifestantes y por la violencia que ha costado la vida a venezolanos en el contexto postelectoral.
En la comunicación conjunta de entre la República Dominicana y los demás países se solita que se permita “el urgente regreso a Venezuela de la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos”.
Exigen un diálogo amplio, inclusivo y de buena fe “para facilitar un acuerdo político que auspicie la reconciliación nacional, la paz, la seguridad pública y la democracia en Venezuela”.