El Ministerio de Trabajo y la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) informaron este martes sobre los resultados de un plan piloto de semana laboral reducida, que mostró un impacto positivo en la productividad, el desempeño laboral y la calidad de vida de los trabajadores.
Los resultados del plan arrojaron que hubo una disminución del estrés en un 76 % y una mejora en el balance entre la vida laboral y personal en un 88.6 %, según la autopercepción de los trabajadores.
El plan piloto, que incluyó a 492 trabajadores de seis organizaciones y redujo las horas de trabajo semanal en un promedio del 15 %, reveló que los objetivos empresariales se cumplieron siempre en un 91 % y casi siempre en un 9 %, destacó el Ministerio de Trabajo en un comunicado.
Estos resultados indican que la reducción de horas no afectó las metas estratégicas ni operativas de los departamentos involucrados. Además, el 96 % de los supervisores consultados no requirieron más trabajadores para cumplir con las funciones habituales.
La evaluación técnica realizada por la PUCMM destacó que el 95.3 % de los trabajadores reportó un incremento en su calidad de vida, y el 93.8 % mencionó que el tiempo adicional les sirvió para otras actividades.
“Los resultados de este programa piloto demuestran que es posible alcanzar altos niveles de productividad mientras se mejora la calidad de vida de los trabajadores. Esta iniciativa refuerza nuestro compromiso con la creación de condiciones laborales más humanas, eficientes y sostenibles”, expresó El ministro de Trabajo, Luis Miguel De Camps, durante la presentación del estudio.
Los hallazgos fueron expuestos por Julissa Pichardo decana de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la PUCMM e investigadora principal, y por Pura Martínez, investigadora asociada.
El estudio también subrayó que cerca del 70 % de los supervisores percibieron a los trabajadores como menos estresados, más productivos y más comprometidos con su trabajo.
Un 70.5 % de los trabajadores utilizó el espacio adicional para pasar más tiempo de calidad con sus seres queridos, y el 42.4 % se involucró en actividades recreativas que contribuyeron a su bienestar físico y mental.
Más de la mitad de los supervisores observaron mejores resultados en los trabajadores que participaron en la semana laboral reducida en comparación con aquellos que lo hicieron en una jornada regular, en términos de productividad, satisfacción laboral y desempeño.
Las entidades participantes en este plan piloto incluyeron a la Empresa Distribuidora de Electricidad del Norte (Edenorte), la Empresa Generadora de Electricidad Haina (EgeHaina), Ergotec, IMCA, el Sistema Único de Beneficiarios (Siuben) y el Seguro Nacional de Salud (Senasa).
Estos resultados demostraron que no existe una fórmula única para la implementación de la semana laboral reducida.
Las conclusiones indican que los trabajadores pueden realizar las mismas tareas en menor tiempo sin afectar la productividad y el desempeño.
Sin embargo, se reconoce que esta modalidad no es aplicable a todas las instituciones o negocios, ya que su adopción, voluntaria, debe considerar la naturaleza de la organización, su entorno, capacidad productiva, estructura de la cadena de valor, el perfil de sus empleados, los bienes y servicios que produce, y el mercado que atiende, entre otros factores.