BY PHIL BAINBRIDGE
La infraestructura eléctrica alrededor del mundo necesita modernización urgente ya que las temperaturas altas debidas al cambio climático provocan picos en la demanda y fallos en los equipos.
Las temperaturas más altas crean picos en la demanda para mantenerse fresco y disminuyen la eficiencia de la energía fotovoltaica, pero también hacen que los cables se hundan y que los transformadores se sobrecalienten, lo que aumenta el riesgo de incendios. El clima impredecible, que incluye tormentas cada vez más fuertes y sequías que se secan las plantas hidroeléctricas, requiere más resistencia en la red.
John Pettigrew, director ejecutivo de la Red Nacional en el Reino Unido, es uno de los muchos que han promovido la idea de una “superred” transnacional, con cables de corriente directa de alto voltaje (HVDC) entre países, conectando la generación de electricidad a la demanda a largas distancias con bajas pérdidas de transmisión, incluido el almacenamiento para manejar los aumentos de la demanda y la interrupción de la oferta.
Una superred interconectaría varios países con una red de transmisión de HVDC, lo que permitiría el comercio de grandes volúmenes de electricidad, en particular energías renovables, a grandes distancias. El interés en tales propuestas ha crecido más recientemente en el contexto de la monetización de los recursos de energía renovable varados a través de la exportación transnacional de la generación a la demanda, por ejemplo, desde los paneles solares en el desierto del Sahara hasta el sur de Europa