Ante la creciente demanda por viajes aéreos a nivel global, también han aumentado los problemas que pueden enfrentar los viajeros antes, durante y después de sus vuelos. Sin embargo, en República Dominicana no existía una institución dedicada específicamente a defender y salvaguardar los derechos de los pasajeros aéreos, hasta que nació la organización Pro-Pasajero.
Con el creciente número de pasajeros, también han surgido más problemas que pueden enfrentar los viajeros antes, durante o después de un vuelo comercial. Temas como cancelaciones, retrasos, extravío de equipaje y sobreventa de boletos son algunas de las situaciones que pueden generar molestias e inconvenientes para los pasajeros.
El abogado Alberto Fiallo, fundador de Pro-Pasajero, explicó que si bien hay leyes que cubren temas como indemnizaciones por cancelación o pérdida de equipaje, en la práctica los pasajeros dominicanos carecen de una instancia que los apoye cuando surgen conflictos con las aerolíneas. “Pocas veces, en medio de la premura por abordar el avión y no perder dinero, el pasajero repara en todos esos derechos y deberes”, señaló Fiallo en un entrevista para el programa “Esto No Tiene Nombre”.
Pro-Pasajero, una iniciativa privada lanzada en mayo de este año, busca llenar ese vacío al brindar asesoría y representación legal a pasajeros que hayan sido víctimas de abusos o violaciones a sus derechos por parte de las aerolíneas. Fiallo recuerda casos puntuales de crisis y abusos por parte de algunas compañías aéreas que lo motivaron a crear esta organización.
“En la mayoría de países desarrollados y en vías de desarrollo, existen entidades estatales encargadas de proteger a los pasajeros de abusos graves. Tristemente, en República Dominicana no existe una institución pública o privada que se encargue de defender los derechos de los pasajeros. La ley vigente desde 2006 solo contempla temas de mutilación o muerte, pero no aborda problemáticas comunes como retrasos, cancelaciones o daños en el equipaje”, explica Fiallo, directivo de Pro-Pasajero.
Con esta nueva iniciativa, los viajeros dominicanos cuentan ahora con un recurso para hacer valer sus derechos y reclamar las compensaciones que les corresponden ante eventualidades como retrasos, cancelaciones, pérdida de equipaje, entre otros.
“Tenemos una ley de protección de derechos del consumidor y el contrato de transporte aéreo ha sido reconocido importantísimo , como un contrato de consumo. Tenemos todos los relativos al cumplimiento de las obligaciones contractuales, porque cuando contratamos y compramos un ticket aéreo, hacemos un contrato con la aerolínea”, explicó.
Pro-Pasajero se ampara principalmente en la Convención de Montreal, que establece indemnizaciones máximas en ciertos casos. “Por ejemplo, en caso de retraso de vuelo superior a 6 horas, la indemnización puede llegar hasta $5,000. Para reclamos por daños en equipaje, el límite es de $700, a menos que se haya declarado un objeto de mayor valor”, detalla Fiallo.
Uno de los aspectos destacados de Pro-Pasajero es que no se le cobra nada al cliente hasta que se haga efectiva la reclamación y se obtenga una compensación. “Nosotros asumimos los costos del proceso legal hasta que se resuelva el caso. Nuestro porcentaje se cobra sobre lo que finalmente se logre reclamar”, señala Fiallo.
Según sus estimaciones, entre el 20% y 25% de los contratos de transporte aéreo presentan algún tipo de incidente que podría generar una reclamación. “Esto nos permite devolver la confianza a los pasajeros y brindarles la oportunidad de reclamar sus derechos sin tener que asumir gastos de bolsillo”, concluye Fiallo.