Santo Domingo.- Julio César de la Rosa Tiburcio, presidente de Adocco, recuerda a su hijo, un joven alegre y lleno de vida. Asegura que su partida ha sido dolorosa, pero que su fe en Dios, lo ayuda a seguir cada día adelante.
Expresó que, a nueve días de la partida de Junior, inicia su recorrido por la realidad de su ausencia, luego de 33 años.
Comunicado integro:
Hoy a 9 días de la partida de mi amado e inolvidable Junior, cierra el ciclo de despedida terrenal para los que profesamos la fe católica, al mismo tiempo, inicia mi recorrido por la realidad de su ausencia, que luego de 33 años, estoy convencido de que será difícil, pero no imposible, porque tendré la compañía en este tramo de mi familia y mis amigos, que desde ese domingo que inició la angustia, al no tener contacto con él como de costumbre.
Este doloroso momento, me ha enseñado a que se puede vivir con el corazón destrozado, que solo mi fe en Dios, podía tenerme de pie, también me ratificó, que la familia es lo mas importante para cualquier ser humano, esa familia que incluye a los hermanos por elección, como mis amigos, que no me han dejado solo en esta indeseable prueba contra natura, de sepultar a un hijo, que lo único que supo dar a todos, fue amor, ternura, dedicación, respeto y solidaridad.
Junior, he sentido tu presencia en cada hora, minuto, segundo, de los dias mas difíciles de mi vida, desde el domingo 16, junto al poder de Dios, para organizar todo y acudir a todas las diligencias que tu fatal partida, implicó, escuchar, ver, soportar, tolerar y hasta para perdonar, porque fue lo que me enseñaste.
Te despido, porque mi fe en Dios, me hace aceptar, que te ausenta, porque te adelantaste a organizar el escenario que deberá recibirnos a todos en el cielo, porque, ese era tú, el gestor, organizador y el que estaba pendiente de todo el mundo para que lo que se celebraría quedara al nivel deseado, por eso tengo el valor de sentarme a escribir estas palabras que salen del alma.
Donde esté, sigue sintiendo ese orgullo de tu padre, que tantos amigos tuyos, me dijeron al consolarme, ten la seguridad, que aquí en la tierra, queda hasta que Dios disponga, el padre mas orgulloso de su hijo y que te amó y amará siempre. Descansa en Paz, amor de mi vida. TE AMOOOOOO.