El Observatorio Nacional para la Protección del Consumidor, advierte que la reforma fiscal que se propone el gobierno debería prever el menor impacto posible para los consumidores evitando que se graven los alimentos, los alquileres de viviendas, los pasajes y los servicios públicos domiciliarios.
ONPECO advierte que son los consumidores los que tradicionalmente cargan con el peso de las reformas fiscales que se han efectuado, donde son protegidos algunos sectores productivos en detrimento de los consumidores.
La organización de Defensa de los consumidores entiende que deben gravarse las bebidas azucaradas, las cuales hacen daño a la salud, los vicios como las bebidas alcohólicas y los productos derivados del tabaco y los nuevos insumos que incentivan el vicio de fumar, ya que estos productos por más que eleven sus precios los que los consumen no dejarán de hacerlo porque son vicios.
Otro sector que debería gravarse son las bancas de apuestas, las cuales crecen y existen dos y tres en una sola cuadra en los campos y barrios populares; como el juego es un vicio también, entra en el renglón de los gravámenes porque siempre habrá jugadores y apostadores.
A parte de que se incrementarían las recaudaciones fiscales, se le haría un bien a la salud pública al elevar los impuestos a las sustancias permitidas que afectan la salud de los ciudadanos, incluyendo la salud mental que afecta a muchos ludópatas que terminan en la ruina total al dedicar sus ingresos al juego.
ONPECO entiende que deben eliminarse las exenciones fiscales que en algún momento fueron necesarias e impactantes para el desarrollo del país, pero que ya no hay necesidad de mantenerlos.
Estima que deben ser favorecidos con exenciones la producción de energía limpia, abaratar los paneles solares para incentivar transición energética a la que todos estamos abocados dado los estragos del cambio climático.
Alertó que los alimentos y los insumos para producirles deben quedar fuera de la llamada Reforma Fiscal, porque la población no puede sufrir más alzas que las que se originaron después de la pandemia y el proceso inflacionario que le siguió.
La organización que defiende a los consumidores sugirió que los impuestos recaudados de los vicios deben dedicarse a tratar las enfermedades que estos generan proporcionando los medicamentos de altos costos para el cáncer de pulmón, del hígado y las enfermedades mentales generadas por las bancas de apuestas.