Discurso íntegro del presidente Luis Abinader al recibir premio Chairman’s Award for Leadership in the Americas

Discurso íntegro del presidente Luis Abinader al recibir premio Chairman’s Award for Leadership in the Americas

El Presidente Luis Abinader tras recibir el premio Chairman’s Award for Leadership in the Americas en la 54 Conferencia sobre las Américas, siendo el mandatario dominicano en recibir dicha distinción otorgado por el Consejo de las Américas, presentó los ejes que garantizan la seguridad jurídica para la inversión: independencia del Ministerio Público, lucha contra la corrupción y un gobierno transparente y eficiente.

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Lea aquí el discurso íntegro


Señoras y señores,
Es para mí un honor dirigirme a ustedes en esta Cincuenta y cuatro (54) Conferencia sobre las Américas en la cual recibo el Chairman’s Award for Leadership in the
Americas, gran distinción que me otorga el Consejo de las Américas; un reconocimiento que acojo en nombre del pueblo dominicano y del mío propio.
Agradezco al Consejo, en la persona de su presidente el señor Andrés Gluski, por este galardón. Es la primera vez que esta organización reconoce a una economía en
desarrollo del Caribe.
Me siento muy honrado de ser el primer mandatario dominicano en recibir este premio. Entiendo que éste se debe al notable desempeño que en los últimos años ha
mostrado República Dominicana por el mayor compromiso de mi gobierno con los valores democráticos, el crecimiento económico, el respeto a las libertades y derechos
ciudadanos, la reforma del Estado y la tesonera lucha contra la corrupción y a favor de la transparencia.
Este reconocimiento implica una mayor responsabilidad con la gobernanza democrática, y me comprometo frente a
ustedes a continuar profundizándola hasta el último día en que ejerza el cargo de Presidente.
De hecho, este es un legado político que nos llega desde lejos. En 1978, arrancó en República Dominicana la ola
democratizadora de América Latina con la elección a la presidencia del candidato de nuestro partido, Antonio
Guzmán, el padre de la actual embajadora dominicana en Estados Unidos, aquí presente, doña Sonia Guzmán. Desde
entonces hemos celebrado 12 elecciones presidenciales consecutivas que han consolidado la estabilidad política y la
gobernabilidad democrática en nuestro país.
Hoy, a nadie le debe caber duda de que la democracia es un bien frágil bajo asedio en muchos lugares del mundo.
Nosotros, los dominicanos, nos sentimos orgullosos de este logro continuo en la profundización de nuestra democracia.
Como ustedes saben las elecciones generales dominicanas se celebrarán el próximo domingo 19 de mayo. Quiero ser
categórico frente a ustedes: como partido compuesto por demócratas convencidos, puedo asegurarles la plena
imparcialidad del Poder Ejecutivo para que dicho certamen
sea libre, justo y transparente.
En consonancia con esto, la Junta Central Electoral, ha
abierto las puertas a todos los observadores internacionales
en el acompañamiento del proceso, asegurando así la
integridad de nuestras elecciones.
Señoras y señores,
Desde hace cierto tiempo, República Dominicana viene
mostrando un crecimiento económico sostenido, fruto del
esfuerzo de todos los sectores del país. Con nuestra llegada
al gobierno hemos profundizado esa tendencia, primero
reduciendo el impacto económico de la pandemia y luego
impulsando una recuperación rápida y contundente, gracias,
en buena medida, a las políticas públicas que adoptamos.

Del 2021 al 2023, nuestro Producto Interno Bruto ha
alcanzado un crecimiento promedio del 6.5% anual,
superior a la media regional. Este logro nos ha llevado a
ser la séptima economía de América Latina y el Caribe.
Por primera vez, el año pasado llegaron más de 10 millones
de turistas a República Dominicana, lo que nos sitúa como el
segundo país más visitado de América Latina y el primero del
Caribe.
El año pasado exportamos casi 13 mil millones de dólares. A
nadie debe sorprender que, de esta cifra, las exportaciones
de tabaco totalizaron 1,208 millones de dólares, pero es poco
conocido que nuestras zonas francas exportaron 1,173
millones dólares en productos eléctricos, principalmente
circuitos, y 2,444 millones de dólares en equipos médicos y
quirúrgicos.
Es importante señalar que estos productos cumplen con los
estándares sanitarios y de fabricación exigidos por los
mercados más sofisticados del mundo. Las empresas
instaladas en República Dominicana tienen la capacidad para
participar de las cadenas de suministro de los productos
tecnológicos más complejos, como son los semiconductores.
Mi gobierno está plenamente comprometido y trabaja
activamente para lograr la inserción de República
Dominicana en las cadenas de suministro de Estados Unidos
en el ensamblaje, experimentación, empacamiento y
distribución de los semiconductores.
Buena parte de los logros obtenidos en estos últimos años
se ha debido a una estrategia diseñada para incluir al sector
privado en una amplia Alianza Público-Privada que incluye a
diversos sectores de la vida nacional: Gobierno, agentes sociales y, por supuesto, el sector empresarial. Esta alianza
es un sello distintivo de nuestra administración.
Por otro lado, gracias a una firme disciplina, hemos alcanzado los mayores niveles de reservas internacionales
de divisas, casi 14 mil millones de dólares, lo que nos ha permitido mantener la estabilidad macroeconómica y el tipo
de cambio dentro del rango establecido por nuestro Banco Central.
También hemos logrado un aumento considerable de la
inversión extranjera, con un monto sin precedentes en la
historia dominicana, superando en 2023 los 4,300 millones
de dólares, la cifra de inversión extranjera más alta en
Centro América y el Caribe.
Esto refleja la confianza de los inversionistas extranjeros en
el empuje de la economía dominicana, y además en la
seguridad jurídica que hoy día impera en nuestro país.
Esta seguridad jurídica tiene su piedra angular en el respeto
al Estado de derecho, a través de tres ejes: 1) la observancia
escrupulosa de nuestro gobierno a la independencia del
Ministerio Público y del Poder Judicial, 2) nuestra férrea
lucha contra la corrupción administrativa, un importante
legado de mi gestión, y 3) la implementación de un gobierno
más abierto, más transparente y más eficiente.
Consecuentes con ello, hemos tomado medidas para
garantizar un Ministerio Público independiente y promover la
designación de profesionales autónomos en organismos
neurálgicos del Estado dominicano.
República Dominicana ha mostrado avances fehacientes en
temas como la lucha contra la corrupción y a favor de la transparencia gubernamental, la libertad de expresión, la
estabilidad económica y la reforma en seguridad ciudadana.
Permítanme ofrecerles algunos ejemplos con índices e informes fehacientes de instituciones de reconocida reputación:
• En cuanto a democracia y derechos humanos, el
reconocido índice de Democracia Liberal 2023 del
Instituto V-Dem de la Universidad de Gotemburgo,
muestra que República Dominicana ha aumentado la
calidad de su democracia en los últimos años, mejorado
27 posiciones desde el 2020.
• En relación a la libertad de expresión, el Índice de
Chapultepec 2023 evidencia que República Dominicana
obtuvo la puntuación más alta en América Latina, con
un 81% ocupando el primer lugar.
• En el caso de la transparencia y la lucha contra la
corrupción, desde 2020, República Dominicana ha
mejorado 29 posiciones en el Índice de Percepción de
la Corrupción de Transparencia Internacional. Este dato
coincide con el que publica el Anticorruption Working
Group de este Consejo de las Américas en su índice
de Capacidad de Lucha Contra la Corrupción, según el
cual en 2023 República Dominicana se mantuvo como
el 5to país mejor capacitado de la región.
• Sobre seguridad ciudadana, el reporte de 2023 de
InSight Crime, revela que la tasa de homicidios en
República Dominicana descendió de 13.2% en 2022 a
11.5% en 2023, muy por debajo del promedio regional.
• Por su parte, el último informe de Desarrollo Humano
2022 del Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo demuestra que República Dominicana ha
superado los niveles prepandemia de desarrollo
humano.

Señoras y señores,
Es mi firme creencia que una democracia estable no sólo
debe anclarse en las dinámicas políticas y sociales a lo
interno del país, sino también en un conjunto de principios y
valores internacionales que fomenten la paz, los derechos
humanos, la cooperación internacional y el comercio. Es por
esto que mi gobierno es un firme defensor de un
multilateralismo fortalecido.
Los dominicanos creemos en un orden internacional basado
en normas, en la solución pacífica de las controversias y en
el apego a las obligaciones internacionales, asumidas libre y
soberanamente por los Estados. Estos han sido fundamentos
de nuestro hemisferio que valen la pena defender mediante
el trabajo mancomunado de los Estados, el sector privado y
la sociedad civil.
Estos valores y principios servirán de inspiración para los
temas nodales que guiarán la décima Cumbre de las Américas que, como ustedes saben, se celebrará a fines del
año que viene en República Dominicana.
Amigas y amigos, El orden internacional debería responder con mayor
celeridad cuando surgen situaciones de crisis profunda que
desbordan las fronteras de un país e impiden la convivencia
pacífica. En este sentido, permítanme referirme a uno de los
retos más difíciles que República Dominicana ha enfrentado
en varios lustros: me refiero a las consecuencias del
descalabro político, económico y social de Haití.
Siendo dos Estados en desarrollo que compartimos una
misma isla y siendo el único vecino terrestre uno del otro, la convivencia requiere un grado de corresponsabilidad en aspectos como la seguridad fronteriza, la lucha contra el
delito trasnacional, la gestión justa y equitativa de los
recursos naturales compartidos, la gobernanza migratoria y
tantos otros, de una interdependencia compleja como la
nuestra.
Sin embargo, la virtual ausencia de un Estado haitiano
funcional desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse,
hace tres años, ha implicado para República Dominicana
asumir una carga desproporcionada en todos estos frentes.
Nos hemos encontrado solos, lidiando con estos temas, sin
colaboración de una contraparte haitiana efectiva que pueda
imponer en su territorio el imperio de la ley. Esto ha drenado
recursos necesarios para el desarrollo dominicano.
Señoras y señores,
Después de tantos años de reclamo ante las Naciones Unidas
y otros foros a nuestro alcance, la comunidad internacional
finalmente ha escuchado. La instalación del Consejo
Presidencial de Transición en Haití y la inminente llegada de
la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad en ese país,
nos alientan a pensar que se ha abierto un camino hacia el
restablecimiento de la paz, la seguridad y la democracia en
Haití.
Por ello, agradecemos a Estados Unidos, Canadá, Kenia, los
países de CARICOM, así como al Consejo de Seguridad y al
secretario general de las Naciones Unidas. Asimismo,
agradecemos el esfuerzo de la OEA y de su secretario
general.
Esperamos que todos los sectores haitianos que se han
comprometido con este camino hagan el sacrificio necesario para llevar a su nación por el complejo, pero ineludible
sendero hacia la paz y la democracia.
Es importante decir que simultáneamente con la pacificación
de Haití, el país requerirá un plan de inversión de envergadura para que el pueblo haitiano pueda tener acceso
a lo esencial: empleo, salud y educación, de tal manera que
puedan vislumbrar un futuro más promisorio.
Amigas y amigos,
El gobierno que inicié en agosto de 2020 ha enfrentado
varios grandes retos: la pandemia, la cual superamos con
éxito; la crisis haitiana, cuyo futuro hoy es más
esperanzador; las consecuencias de los conflictos
internacionales que han generado volatilidad de los precios
internacionales y la disrupción de las cadenas de suministro,
impactando en una economía abierta como la nuestra.
También tenemos desafíos pendientes como cumplir con la
agenda 2030, en particular con las metas: fin de la pobreza,
hambre cero y una importante reducción de las
desigualdades.
Más allá de esos aspectos puntuales, debemos avanzar en:
1) Mejorar la calidad de nuestra educacion que nos permita
participar competitivamente en la economía del
conocimiento; 2) una reforma penitenciaria que
complemente la reforma policial iniciada; y 3) un pacto fiscal
que permita distribuir la carga impositiva con mayor justicia
y que aumente las recaudaciones para poder cumplir con
estos desafíos asumidos en nuestra Estrategia Nacional de
Desarrollo.

Señoras y señores,
Todo reto trae consigo nuevas oportunidades. Si bien cada
nación enfrenta sus propios desafíos, existen oportunidades
que compartimos globalmente. En la actualidad, la
humanidad está más consciente de la necesidad urgente de
proteger nuestro planeta. Al mismo tiempo, los avances en
tecnologías como la Inteligencia Artificial abren caminos
hacia un futuro más próspero. Es crucial que trabajemos
juntos para capitalizar estas ventajas y enfrentar nuestros
desafíos individuales y colectivos de manera más efectiva.
Ahora bien, al final del día lo más importante es llevar la ética
al poder, como ha dicho la filósofa española Adela Cortina.
Este es el único sendero real para la humanidad en el siglo 21.
Muchas gracias