El candidato a la vicepresidencia de la República Dominicana por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Joel Díaz, aseguró que la situación del sistema penitenciario viene de haber ignorado el problema por años con la ausencia de una política de Estado de respeto a los derechos humanos.
Díaz reveló que “las autoridades quieren pasar por no enteradas sobre la situación grave y de emergencia del sistema penitenciario, cuando solo en 2023 se hizo público un informe del Defensor del Pueblo que ya decía que los privados de libertad carecían de atención que garanticen sus derechos y los centros seguían siendo lugares de origen de crímenes y delitos”.
“Tambien se ignoró de este informe que más del 30 por ciento de la población penitenciaria está enferma, padecen afecciones graves que no son tratadas en tiempo oportuno, a lo que adicionamos el hacinamiento, que empeora cualquier condición de salud”, dijo.
Agregó: “La omisión culposa de los responsables del sistema ha sido fatal porque también en 2023 la Dirección General de Servicios Penitenciarios y Correccionales dijo que el nivel de hacinamiento de las cárceles dominicanas alcanza un 62.2% con más de 25 mil reclusos, datos que también ha revelado con preocupación la defensoría pública”.
En ese contexto, Díaz explicó que el sistema carcelario es un problema que debe ser abordado desde el gobierno central de manera integral, “con carácter y sobre todo mucha determinación”.
“Se ha normalizado saber que las cárceles son más un centro de corrupción y perdición que no cumplen su objetivo principal, que es la reinserción social a la vida en comunidad”, apuntó.
El jurista aseguró que constitucionalmente los privados de libertad son inocentes hasta prueba de lo contrario , pero la cantidad de presos preventivos en nuestras cárceles hace insostenible el sistema, razón por la cual ve urgente y necesario la aprobación del código procesal penal, “no es solamente un abordamiento al sistema carcelario sino también al sistema judicial”.
Sobre los centros cerrados
El candidato manifestó que “Tenemos centros penitenciarios que fueron restaurados y que están cerrados por procesos incongruentes el cual el Estado debe intervenir y tomar una decisión al respecto, tenemos el caso Najayo y la Victoria”.
Dentro de las inobservancias, detalla la carencia total de intimidad, “esto les lleva a perder la conciencia de los límites de su propio cuerpo. La falta de espacio y el hacinamiento provocan un contacto continuo con otros presos que afecta a la imagen corporal”.
Joel Díaz insistió en que “el gran problema en República Dominicana no radica en los centros penitenciarios (modelo nuevo o tradicional) como forma de control, sino que la política que el Estado plantea para el respeto de los derechos humanos, y lo que se lleva a cabo en la práctica son hasta cierto punto, dos caras de una misma moneda sin mencionar el gran negocio que representan nuestras cárceles”.