Dajabón, República Dominicana. El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) desarrollaron una estrategia integral para la zona fronteriza, centrada en la cohesión social, el empoderamiento comunitario, especialmente de los jóvenes, la sostenibilidad ambiental, el fortalecimiento de las mipymes como medios de vida y el dialogo comunitario e institucional para la solución pacífica de conflictos.
La iniciativa brindó respaldo a unos 20 emprendedores, 75% liderados por mujeres, en el programa de capacitación “En Marcha”. Estas mipymes recibieron asesoramiento para aumentar su productividad y mejorar su imagen comercial, logrando un incremento del 15% en sus ventas. Además de la capacitación, estas empresas recibieron un capital semilla para mejorar sus infraestructuras y procesos de producción.
El PNUD puso a disposición su red de conocimientos y alianzas nacional, regional y global al servicio de la región fronteriza a través de su Laboratorio de Aceleración, acompañando a la Alcaldía de Dajabón y actores locales en la realización de un laboratorio de innovación social. Un resultado concreto de estas consultas fue la intervención en las cañadas afluentes al Río Dajabón, con la instalación de biobardas protectoras que evitan el flujo de desechos plásticos hacia el mar.
El Centro Casas Comunitarias Justicia, con apoyo de la OIM, se sumó a estas acciones, promoviendo la convivencia pacífica y la cultura de paz comunitaria, apoyando el diálogo entre diversas instituciones públicas y privadas.
La presentación de resultados de la iniciativa “Fortalecimiento del Diálogo Binacional entre República Dominicana y Haití para promover la cohesión social en la zona fronteriza” fue encabezada por Inka Mattila, Representante Residente del PNUD; Santiago Riverón, alcalde de Dajabón; Alicia Sangró, Encargada de Proyectos de la OIM; Carmen Victoriano, Directora Ejecutiva de Casas Comunitarias de Justicia; y Erika Valera, gerente de la Casa Comunitaria de Justicia.
“Es una gran oportunidad abordar nuevamente el trabajo territorial en la zona fronteriza, ahora junto a la OIM, implementando una iniciativa integral de triple impacto (prosperidad, persona, planeta) que busca fortalecer el desarrollo humano sostenible de la zona, tradicionalmente afectada por brechas estructurales'”, señaló Mattila
La iniciativa, financiada por el Fondo de Construcción de Paz (PBF) de la Secretaría General de la ONU, se ejecuta en colaboración estratégica con instituciones locales públicas y privadas, especialmente con las alcaldías. El PNUD ya había trabajado en la zona fronteriza en 2011 con el apoyo de la Unión Europea, estableciendo estructuras y líneas organizativas que facilitaron la organización del mercado binacional a una mayor escala, beneficiando a productores, comerciantes y consumidores de ambos lados de la frontera.