La falta de espacios para el parque vehicular en el Hospital Regional Universitario José María Cabral y Báez ocasiona serios problemas al personal médico, administrativo y de apoyo.
Las calles adyacentes están congestionadas a toda hora, debido a la enorme cantidad de vehículos que sobrepasan los límites de las aéreas de estacionamiento, provocando que quienes acuden al hospital parqueen hasta a 200 metros del edificio, lo que representa un problema de seguridad para usuarios de servicios que acuden desde diversos puntos de la región del Cibao.
En ocasiones, dichos vehículos sufren violaciones, desde donde los delincuentes extraen equipos médicos de su propio uso profesional, lo que les dificulta sus labores por cuenta propia. “Lo correcto sería realizar un estudio a los fines de construir un segundo nivel del parqueo para destinarlo a quienes sirven en dicho centro asistencial”, dijo un médico que ocasionalmente confronta problemas de estacionamiento.
El hospital, sirve a miles de pacientes de la región Cibao que generalmente utilizan transportes públicos y cuenta con un amplio personal médico, administrativo y de apoyo que se movilizan en vehículos propios y muchas veces no encuentran dónde estacionarse. Brigadas del Ministerio de Obras Públicas realizó un estudio para la construcción del parqueo para tres niveles, pero no se ha materializado y las varillas colocadas lucen oxidadas.
El edificio, ocupa la manzana para una sola institución más grande de Santiago de los Caballeros, municipio cabecera de la provincia homónima, con un área de más de cuarenta mil metros cuadrados, donde se ubica el hospital Regional Universitario José María Cabral y Báez (HRUJMCB), la mayor institución medico-docente del país.
También, opera el antiguo hospital, hoy destinado para servicios a los maestros, bajo el nombre de SEMMA, del sistema educativo público, el Instituto Oncológico del Cibao, el Centro de Rehabilitación de Inválidos y el Instituto de la Piel.
Los taxistas, tienen que lidiar con el poco espacio disponible para brindar el servicio de transporte a los egresados y a diario se puede ver al policía Bautista Tavárez, encargado del orden en aéreas exteriores, un sargento mayor que logra sin mucho esfuerzo mantener “a raya” a los conductores de vehículos públicos y privados.
La situación, desborda enormemente las calles y avenidas cercanas al hospital, que dificulta la libre circulación vehicular de la principal ruta pública que transita por la avenida Sabana Larga, que es la vía frontal del centro hospitalario. Los lugareños, dueños y clientes de empresas cercanas, parquean hasta a doscientos metros del lugar donde residen o laboran.
Al caso se añade la falta de agentes del orden vehicular, que han sido retirados de la avenida Sabana Larga y calle Pedro Francisco Bonó, que es la vía de acceso al Departamento de Urgencias Médicas. No existen señales de tránsito interno, lo que provoca que los vehículos transiten en direcciones no permitidas. Numerosos casos de caos viales se presentan a primeras horas de la mañana, cuando arriban residentes desde las demás provincias de la región.
Al problema del tráfico interno se añade el desplazamiento vehicular desde las áreas de construcción del metro monorriel hacia el área de influencia del Hospital Cabral y Báez, creando taponamiento en las vías de acceso de las emergencias y las entradas a los diferentes recintos. El hospital carece de un programa permanente de limpieza externa, que contribuye al deterioro de la visión de centro de salud. Más que hospital, las áreas externas parecen espacios públicos descuidados.
La falta de zafacones hace que las basuras sean lanzadas en espacios reservados como puntos de contactos donde los pacientes esperan turnos. Además, esos lugares no están techados y, cuando llueve, las personas se aglomeran en los pasillos.
Consultados sobre la falta de espacios para parqueos, varios taxistas sugirieron la construcción de un segundo nivel sobre los espacios destinados a parqueos. Dijeron, que muchas veces se ven obligados a brindar ayuda a médicos del hospital que parquean sus vehículos a varias cuadras distantes del centro hospitalario.
El hospital José María Cabral y Báez pertenece a la red de hospitales del sistema de salud pública de la República Dominicana y sus servicios son gratuitos a través del seguro subsidiado Servicio Nacional de Salud (SENASA), con cobertura que en muchas ocasiones abarca la totalidad de los gastos operacionales de quienes requieren de servicio hospitalario.
El autor es periodista, crítico de cine, residente en Santiago de los Caballeros, República Dominicana.