El padre José Luis Hernández, de la parroquia San Pablo Apóstol de Cristo Rey, reveló que la Iglesia Católica Dominicana está sumida en un profundo letargo que la pone en riesgo de perder influencia y respeto en la sociedad.
“Se nota una desconexión entre el discurso nuestro, cuando lo hay y lo que está sucediendo con la gente. En la Iglesia cada quien está trabajando por su lado y no hay un reclamo, una propuesta de todos, lo que está sucediendo no va a cambiar si la Iglesia no sale a la calle”, enfatizó el párroco de Cristo Rey.
Falta de liderazgo
Añadió que a la congregación católica dominicana le hace falta un liderazgo que deberían marcar quienes son cabezas, porque los Obispos son quienes están llamados a establecer qué se va a hacer, cómo y cuándo se hará.
“Tenemos que crear un espacio para hacer propuestas y dar respuestas a las cosas que están sucediendo, que pueden seguir pasando a peor, pero hoy la Iglesia no tiene esa incidencia, voz, participación, y no contamos con una gerencia que administre los asuntos pastorales de manera tal que se pueda llegar a la gente”, enfatizó el padre Hernández al conversar con el comunicador Gregory Caimares, en “La Hora con Gregory”, que se produce a las 10:00 de la noche, lunes a viernes por los canales 12 y 45 de Teleradioamérica.
Subrayó que en 32 años que tiene en la iglesia, ha trabajado en 8 parroquias diferentes y que en la última década las cosas han cambiado de tal manera, que se trabaja en forma desarticulada.
El cardenal López Rodríguez, citó como ejemplo que el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez ejercía una personalidad que impregnaba atención con su sola presencia, ejercía un liderazgo que la gente seguía, le buscaba, lo escuchaba; “pero ahora la Iglesia carece de todo eso, no tiene un liderazgo, carece de esa voz y sin esa voz, sin esa gerencia, en la Iglesia nadie va a ceder”.
Dijo que, en los 10 años de monseñor Francisco Ozoria tiene al frente de la Iglesia, apenas se han dado saludos de paso y no han intercambiado palabras sobre ningún tema.
Relación con la Prensa
“La situación de la Iglesia depende mucho de quien esté al frente y si quien está al frente es una persona a la que todo le va y le viene y en su primer discurso lo dice que no es ni sociólogo, ni economista, ni político, que él es pastor; a los periodistas que no le busquen para esos temas, entonces los periodistas no lo buscan porque en varias ocasiones los ha dejado plantados, o se ha escapado”, expresó el padre José Luis.
Agregó qué hay sacerdotes que están inquietos por la falta de comunicación dentro de la Iglesia, significando que desde hace dos años vienen proponiendo al Arzobispo Ozoria hacer una reunión a puertas cerradas, de largo tiempo, hasta con almuerzo, y se han quedado sin respuestas.
“O sea, en lugar de hablar por detrás, que hiciéramos una reunión todos juntos, en dos años que tenemos hablando de eso, no se ha podido realizar. Mientras tanto, estamos como institución perdiendo espacios que otros están ocupando y fortaleciendo”, sentenció Hernández.
Observó que se debe retomar el debate en temas cruciales que están palpitantes en la sociedad y no se ha escuchado nuestra voz, como en el caso del aborto, la bendición a los homosexuales y otros.
Sobre la bendición a homosexuales
Al referirse al llamado del papa Francisco a bendecir a parejas de un mismo sexo, el padre de la iglesia San Pablo Apóstol de Cristo Rey explicó que existe una diferencia entre bendecir a una pareja de homosexuales y hacer una matrimonio, porque se trata de cosas diferentes.
“Si una persona me pide que le eche la bendición, y nosotros bendecimos en nombre de Jesús, por eso terminamos siempre con el Padre, Hijo y Espíritu Santo, cuando impartimos la bendición es a un ser humano, ¿por qué no podríamos hacerlo a una pareja de homosexuales?, pues en nuestros rituales están los animales, objetos, límites territoriales y soldados que van a las guerras, objetos bélicos, todo eso se bendice y están en el ritual de la iglesia’, explicó el sacerdote católico.
A seguidas, observó que lo lamentable es que no ha habido una reacción de ninguno de los obispos sobre el tema, a pesar de interrogantes que hay en la feligresía.