La empresa minera Falconbridge Dominicana (Falcondo), se encuentra al borde del colapso debido a una serie de problemas financieros.
La inminente incautación de los tanques de combustible en Haina pudiera ser la estocada de muerte a Falconbridge Dominicana. Sin combustible nada funciona.
Según fuentes confiables relacionadas con la compañía, el mal manejo empresarial por parte de Global Special Opportunities Limited (GSOL), los actuales inversionistas, ha llevado a una situación crítica.
Uno de los principales desafíos a los que se enfrenta Falcondo es el incumplimiento del pago de unos 2 millones de dólares, que es parte del préstamo contraído con una entidad bancaria. Esta falta de pago ha llevado al banco a iniciar el proceso de incautación de los tanques de combustible que fueron puestos en garantía por la minera.
Desde octubre pasado, Falcondo ha cerrado sus operaciones, lo que ha provocado una paralización en la producción de ferroníquel. Aunque se ha informado que la empresa ha cumplido con el pago de los salarios mensuales de los trabajadores, esto no es suficiente ni sostenible a largo plazo.
El Estado Dominicano es accionista minoritario de Falcondo y como tal debe continuar exigiendo a sus socios la inversión necesaria para echar a andar nuevamente la planta y honrar sus deudas con bancos y otros acreedores.
“Somos un socio a largo plazo de la República Dominicana, con un récord de compromiso y creación de valor compartido demostrado a lo largo de 60 años de historia”, dice textualmente Falcondo en su página web. Sin embargo, la práctica es otro. Hay irresponsabilidad por parte de los dueños.
Falcondo, que opera en las minas a cielo abierto de Monseñor Nouel y La Vega, extrae ferroníquel, una combinación de hierro y níquel utilizada en la industria del acero inoxidable. La empresa ha sido una fuente importante de empleo y contribuciones económicas para las comunidades locales, por lo que su colapso tendría un impacto significativo en la región.
Se entiende que el gobierno, encabezado por el presidente Luis Abinader, deberá tomar medidas urgentes para abordar la situación con los inversionistas privados y accionistas de Falcondo. El país está perdiendo ingresos, empleos y aportes sociales que son fundamentales para el desarrollo de Bonao y La Vega.
Es necesario encontrar una solución que evite el colapso de Falcondo y permita reiniciar sus operaciones de manera eficiente, cumpliendo con todas las normas de producción internacionales y los estándares de sostenibilidad requeridos. La supervivencia de la empresa y el bienestar de las comunidades aledañas dependen de una acción rápida y efectiva.