Presidente de la República, Luis Abinader, estuvo en el Barrio Lindo, Guaricanos, Santo Domingo Norte, donde el río, que algunos llaman cañada arropó la mayoría de las viviendas.
Los eventos de la naturaleza se han encargado de ir revelando las condiciones infrahumanas y el estado de vulnerabilidad en que viven miles de familias en el Gran Santo Domingo, que incluye la capital dominicana.
Sectores como La Yuca, La 800, Los Girasoles y otras demarcaciones del Distrito Nacional, tienen que ser zocorridos por las autoridades cada vez que se registran fuertes lluvias, debido a que además de vivir en zonas altamente vulnerables, son personas de muy escasos recursos, que al perderlo todo con el agua que corre por sus humildes viviendas, se quedan sólo con el día y la noche.
Lo mismo ocurre también con Sectores de Santo Domingo Oeste, y Santo Domingo Norte, donde especialmente en los barrios Norte y Lindo de Los Guaricanos, viven expuestos a la voracidad del Río Yaguaso.
Después del disturbio tropical registrado el pasado sábado 18, recorrer estos barrios es palapar la necesidad y las difíciles condiciones en las que viven esas familias, ver que las aguas de las cañadas, los ríos y arroyos azotaron sus viviendas de madera, zinc, hojalata y en algunos casos de blok, dejándolos sólo con las esperanzas de los Gobiernos Locales y Central.
Este viernes, el presidente de la República, Luis Abinader, estuvo en el Barrio Lindo, Guaricanos, Santo Domingo Norte, donde el río, que algunos llaman cañada arropó la mayoría de las viviendas, dejando a los propietarios sólo con el lodazal. Allí, el Jefe de Estado aseguró que posiblemente los trabajos de saneamiento de esa cañada sean incluidos en el presupuesto del año 2024.
Mientras tanto, los afectados afirman que no tienen una respuesta inmediata a sus necesidades, tan básicas como un techo digno, un colchón o cama para dormir y sobretodo, alimentación.