Las declaraciones de William O’Neill, de la ONU, se inscriben en las reiteradas presiones que se ejercen injustamente contra la República Dominicana, y con estas se irrespeta el principio de no intervención en los asuntos internos, principio que lo debe tener bastante claro este alto funcionario de Naciones Unidas.
El Instituto Duartiano rechaza categóricamente este inaceptable pedimento, revelador de la hostilidad que se ejerce contra la Nación que más ha ayudado y colaborado con Haití y a sus súbditos, la República Dominicana.
Lo que esperamos los dominicanos y el mundo es que la ONU asuma de manera responsable y clara su responsabilidad de acompañar a Haití para que esta nación supere su gravísima crisis.
Las autoridades dominicanas han de mantener la mayor firmeza, y todos los sectores de la vida nacional tienen que estar al lado de los intereses supremos del pueblo dominicano; este es un momento donde tenemos que mantener la unidad en torno a la dominicanidad.