El sector de empresarial de la República Dominicana así como también el de los trabajadores apoyan por separados las medidas tomadas por el gobierno dominicano que mantiene cerrada la frontera con Haití producto de la construcción de un canal de riego que busca desviar agua del río Masacre para territorio haitiano.
Los presidentes del Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP), Celso Juan Marranzini y de la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD), Julio Virgilio Brache, apoyan las medidas del gobierno a pesar de que reconcen el impacto a la economía que representa el cierre por agua, mar y tierra de la frontera.
“Todos los dominicanos debenmos estar del lado de nuestro gobierno porque es un tema que afecta la soberanía nacional” manifestó Marranzini quién reiteró el llamado a la comunidad internacional de que Haití debe ser intervenido que devuelva el orden democratico de ese país.
De su lado Brache dijo que la Asociación de Industrias de la República Dominicana, está monitoreando muy de cerca el cierre de la frontera, “ahora mismo el Instituto de Estabilización de Precios, mandó a su gerente comercial directamente a supervisor y a recomprar esos productos perecederos que están en alto riesgo de que se puedan dañar” dijo.
Mientras que el presidente de la Confederación Nacional de Unidad Sindical (CNUS), Rafael (Pepe) Abreu, dijo que al gobierno no le quedaba otra alternativa ya que en Haití no hay control “ciertos sectores de Haití pretenden, desviar un río que es muy distinto a usarlo para reguio, y si permiten eso a ese grupu de individuos de seguro que extenderán esto con otras acciones que llevarían a situaciones peores” señaló Abreu.
Entre lls sectores más afectados están el sector Harina, el secto agroindustrial, el avicola, la producción de huevos y pollos.
