El presidente de la Alianza por la Democracia (APD), Max Puig, reiteró el llamado a los pueblos y movimientos sociales y políticos de centro e izquierda a la unidad, para defender la institucionalidad democrática ante la amenaza de la ultraderecha en todo el mundo.
“La democracia se defiende a través de la defensa del marco institucional existente, pero también enarbolando las causas históricas del progresismo como la igualdad y redistribución equitativa de las riquezas”, expresó, a través de un mensaje publicado en la red social X, anteriormente conocida como Twitter.
Puig recordó la nefasta lección histórica del 11 de septiembre de 1973, cuando el gobierno democrático y legítimo de Chile que presidía Salvador Allende, fue derrocado por el golpe de Estado que instaló en el poder a Augusto Pinochet y su criminal dictadura, una amenaza que no deja de estar latente en América Latina y el Caribe.
“En nuestros días, en muchos países una derecha radical, extremista, de discurso virulento, niega los derechos humanos y pretende cercenar las libertades públicas y los derechos democráticos. Esa derecha no acepta el pluralismo democrático, está dispuesta a sacar de circulación a toda ideología o grupo que no se pliegue a su visión y a sus intereses. Junto a la pobreza y la incertidumbre esa derecha intolerante es la principal amenaza a la democracia”, escribió el presidente de la APD.
En tal sentido, insistió en que la actual situación de la democracia, en el siglo XXI, requiere de la unidad de todas las fuerzas democráticas desde el centro a la izquierda y que tengamos “sociedades y ciudadanos cada vez más conscientes”.
“Las políticas y las propuestas de las fuerzas verdaderamente democráticas y progresistas deben ser claras y deben estar en el centro del debate. Hacerlo así es rendir homenaje a los que han luchado por una sociedad más justa como Salvador Allende, pero también porque, como lo demuestran las sociedades más avanzadas del mundo, sin ello no hay progreso real posible” expresó.