La Dirección General de Servicios Penitenciarios y Correccionales (DGSPC) creó el Plan de Contingencia para la Temporada Ciclónica, orientado a la prevención, mitigación, protección y atención a la población privada de libertad, así como para proteger los bienes e infraestructuras ante los fenómenos hidrometeorológicos.
La entidad indicó que el Comité de Mitigación de Riesgos de la DGSPC, desde ayer lunes, viene implementando las medidas contempladas en la tercera edición del plan, para prevenir y mitigar daños en el sistema penitenciario ante el inminente paso de la tormenta tropical Franklin por el país.
Destacó que el plan tiene como objetivo desarrollar acciones para minimizar el impacto de eventos hidrometeorológicos en áreas vulnerables y preparar a la población privada de libertad para la reducción de desastres en base a herramientas educativas.
El director general de la DGSPC, Roberto Hernández Basilio, tuvo a cargo la elaboración del plan en coordinación con Calíope Malena Coronado, encargada de Planificación y Desarrollo, y la colaboración de Julio García Noel Toribio, Víctor de la Paz, Frania Navarro, Elizabeth Pineda, Rafael Reyes, Anyelo Frías y Yokaira del Valle, quienes forman parte del Equipo Operativo General a cargo de su ejecución.
Dentro de las medidas preventivas, se instruye asegurar las vidas, tanto de la población privada de libertad como la del personal, siguiendo las instrucciones de los organismos competentes, mantener en lo posible comunicación con los organismos de primeras respuestas de la localidad y reforzar el control perimetral del centro penitenciario, además de realizar reuniones de evaluación general.
Tanto la población privada de libertad como el personal no deberán abandonar el centro a no ser por razones de seguridad o por instrucciones del Equipo Operativo General.
Igualmente, se activará el Protocolo de Salud relativo a las secuelas que generan los ciclones en las personas, de manera que preventivamente se puedan evitar brotes de enfermedades.
Para después del ciclón, establece que se debe permanecer en el centro hasta que las autoridades indiquen que el peligro ya pasó y reportar de inmediato a las autoridades competentes si alguien se encuentra herido.
Determinar si el centro es seguro o tiene problemas de derrumbe, y si es así, instruye reportar a la autoridad de competencia.
Otras medidas son: desalojar rápidamente las áreas más vulnerables hacia las áreas más seguras, prestar atención médica a los internos y al personal afectado, lesionados o víctimas; si fuere necesario utilizar los miembros de la Defensa Civil y al Cuerpo de Bomberos para el rescate de posibles víctimas.
Por igual, ejecutar el plan de evacuación para las áreas afectadas, realizando las reubicaciones de lugar en otros centros de Corrección y Rehabilitación, con la finalidad de preservar las vidas de los privados de libertad y del personal en casos de situaciones de emergencia que ameriten el desalojo inmediato del centro penitenciario.
Las acciones también contemplan el pase de lista general para identificar las víctimas de privados de libertad o del personal y posibles fugas, y hacer un informe pormenorizado a la Dirección General de Servicios Penitenciarios y Correccionales, indicando los daños humanos y materiales producidos por la inundación.
Después de las inundaciones se deberá identificar a los lesionados y estabilizarlo, así como solicitar ayuda en caso necesario y reportarlo al Equipo Operativo General.
El plan también contiene medidas generales que disponen que el personal de la sede estará convocado a mantenerse localizable y disponible, a los fines de brindar soporte ante eventualidades de emergencia que puedan surgir.
Las medidas de seguridad contemplan el acuartelamiento del personal de Seguridad.
En tanto que las medidas de higiene disponen evitar el cúmulo de basura en el centro penitenciario, para prevenir inundaciones, en coordinación con las alcaldías.
Como parte de las medidas se coordina con los Comedores Económicos, para asegurar el suministro de alimentos en caso de que sea necesario.
Además, el abastecimiento de agua de tomar, así como también el abastecimiento de focos, megáfonos, mascarillas, y el abastecimiento de combustible para las plantas eléctricas.
En un comunicado de prensa las autoridades penitenciarias destacan que en coordinación con las instituciones del Comité de Operaciones de Emergencias (COE) buscan responder a tiempo ante las situaciones de riesgo inminente, emergencia o desastre que se pudieran generar por la temporada de lluvias y huracanes que inicia cada año el 1 de junio y termina el 30 de noviembre.