En un acto encabezado por el presidente Luis Abinader, más de 100 representantes de diversas organizaciones e instituciones firmaron el “Pacto Dominicano por el Agua 2021-2036”, que compromete a sectores gubernamentales, académicos, universitarios, ambientales, municipales, empresas privadas, organismos regentes y partidos políticos en 38 acciones que aseguran el importante recurso hidrico para la República Dominicana, desde su gobernanza y gestión, hasta su preservación y cuidado.
El “Pacto Dominicano por el Agua 2021-2036” ha sido fruto de consultas y diálogos organizados por el Gabinete del Agua, entidad que es coordinada por el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, que se realizaron en las 32 provincias del territorio nacional, con la participación de 1,235 personas, representadas por 558 organizaciones gubernamentales, de la sociedad civil y congresistas.
En un año y medio de consultas y diálogos, se identificaron 259 puntos de mejoras y 1.261 causas generadoras, precisa el documento base para la firma del “Pacto Dominicano por el Agua 2021-2036”.
En el histórico acto de firmas, el primer mandatario, estuvo acompañado en la mesa de honor por el ministro de Economía, Planificación y Desarrollo, Pável Isa Contreras, quien se refirió a la situación actual del recurso; el director del Gabinete del Agua, Gilberto Reynoso, ampliando los detalles del proceso de consultas para la formulación del “Pacto Dominicano por el Agua 2021-2036”. Las explicaciones de los compromisos asumidos fueron detalladas por el presidente de la Academia de Ciencias, Eleuterio Martínez.
Las consultas realizadas indican que el agua, probablemente es el recurso natural más escaso e importante del país, pero “son los dominicanos y dominicanas” quienes pueden demostrar, una vez más, que están a la altura de esta responsabilidad histórica de impulsar un “Pacto Dominicano por el Agua 2021-2036”.
Los desafios encontrados fueron la falta de un marco regulatorio; la dispersión institucional; la escasez del agua y el deterioro de su calidad; la carencia de obras de regulación y almacenamiento de agua; la gestión insostenible del recurso: la falta de educación sobre el valor del recurso.
Asi como resolver el déficit de inversión en infraestructuras de agua potable, saneamiento, protección y conservación de cuencas, innovación de los sistemas de riego y adecuación de cauces, que en su conjunto afectan los servicios urbanos y rurales, la seguridad hidrica, y el desarrollo social y económico del país.
“Este que firmamos hoy debe convertirse en el sustento de la política de Estado que nos encamine hacia la reforma institucional y de la gobernanza, la capitalización y la modernización para la sostenibilidad y la equidad en la gestión del agua”, precisó el ministro Isa Contreras.
El ministro de Economía detalló que la gobernanza del agua deberá “sustentarse en las tres funciones o dimensiones del agua. Se trata de un recurso natural que hay que proteger y conservar, de un derecho humano que hay que garantizar y de un recurso económico que hay que regular. Al mismo tiempo, esa gobernanza deberá garantizar un enfoque integrado de la gestión del agua, que aborde desde la protección de las cuencas altas hasta la disposición de aguas servidas”.
“De igual manera, estamos obligados a acelerar la construcción de infraestructuras hídricas con criterios de sostenibilidad social y ambiental, a expandir y mejorar los servicios de agua potable y saneamiento especialmente para beneficio de los hogares menos provistos, y a modernizar los sistemas de riego”, señaló Isa Contreras.
Compromisos asumidos
Dentro de los compromisos contenidos en el “Pacto Dominicano por el Agua 2021-2036”, explicados por el presidente de la Academia de Ciencias, Eleuterio Martínez, se destacan asumir al agua como un bien de dominio público y como patrimonio estratégico de la República Dominicana; impulsar la aprobación de la Ley de Aguas, consagrar por parte del Estado un régimen de derechos formales para el uso y aprovechamiento del agua; valorar el agua en sus tres dimensiones básicas: social, económica y ambiental; diseñar, consensuar y aprobar con la sociedad civil en su conjunto el Plan Nacional de Recursos Hídricos e Infraestructuras, para su aplicación efectiva.
De igual forma, promover y controlar por el Estado la protección, conservación y restauración de las cuencas hidrográficas; desarrollar en cada cuenca hidrográfica un plan de restauración de ríos; elaborar el Plan Maestro de Agua Potable y Alcantarillado a nivel nacional; apoyar la urgente formulación y aprobación del Plan Hidrológico Nacional; educar a las actuales generaciones, a través de campañas de concienciación y programas de educación ambiental, entre otros.